El Oviedo Vetusta y el Celtic de Puerto disputaron ayer uno de los partidos más interesantes de la Segunda Regional asturiana. Estaba el liderato en juego ya que se enfrentaban el primero contra el tercer clasificado. El objetivo de ambos equipos para la presente temporada es ascender a Primera Regional.
A El Requexón acudieron numerosos aficionados de cada uno de los equipos que no pararon de animar durante todo el encuentro. Hasta aquí, podría ser una crónica más del día. Pero pronto se acabó la normalidad cuando en la recta final del encuentro --restaban 10 minutos--, el colegiado tuvo que suspender el partido por una tangana en la que se vieron involucrados jugadores de ambos equipos y parte del público.
El encuentro ya venía caliente. Los jugadores del Celtic de Puerto, equipo que se creó esta temporada, protestaron al árbitro dos expulsiones que ellos consideraban injustas. Al final y a raíz del gol del Oviedo, obra de Moussa, la grada se calentó y se armó el lío. Fuentes del equipo local aseguraron que incluso hubo insultos racistas hacia el jugador oviedista y gestos obscenos del público hacia el jugador.
Varias dotaciones municipales acudieron a El Requexón para intentar poner orden y calmar el tenso ambiente, aunque la tangana se trasladó más tarde a los vestuarios. El colegiado nada pudo hacer ante los acontecimientos y se limitó a poner en el acta todo lo ocurrido en el encuentro. Pasados varios minutos, se volvió a la normalidad.
Ahora solo queda saber que pasará con los minutos que restan para finalizar el partido. Será la Federación Asturiana de Fútbol quien tendrá que decidir si da el resultado por válido y el Oviedo Vetusta se lleva los tres puntos o decide que se termine el partido. Además, el comité técnico tendrá que imponer las correspondientes sanciones para las personas implicadas.
No es la primera vez que un partido se suspende por motivos de violencia. Es de esperar que no vuelva a ocurrir y que en cada partido reine el juego limpio.
A El Requexón acudieron numerosos aficionados de cada uno de los equipos que no pararon de animar durante todo el encuentro. Hasta aquí, podría ser una crónica más del día. Pero pronto se acabó la normalidad cuando en la recta final del encuentro --restaban 10 minutos--, el colegiado tuvo que suspender el partido por una tangana en la que se vieron involucrados jugadores de ambos equipos y parte del público.
El encuentro ya venía caliente. Los jugadores del Celtic de Puerto, equipo que se creó esta temporada, protestaron al árbitro dos expulsiones que ellos consideraban injustas. Al final y a raíz del gol del Oviedo, obra de Moussa, la grada se calentó y se armó el lío. Fuentes del equipo local aseguraron que incluso hubo insultos racistas hacia el jugador oviedista y gestos obscenos del público hacia el jugador.
Varias dotaciones municipales acudieron a El Requexón para intentar poner orden y calmar el tenso ambiente, aunque la tangana se trasladó más tarde a los vestuarios. El colegiado nada pudo hacer ante los acontecimientos y se limitó a poner en el acta todo lo ocurrido en el encuentro. Pasados varios minutos, se volvió a la normalidad.
Ahora solo queda saber que pasará con los minutos que restan para finalizar el partido. Será la Federación Asturiana de Fútbol quien tendrá que decidir si da el resultado por válido y el Oviedo Vetusta se lleva los tres puntos o decide que se termine el partido. Además, el comité técnico tendrá que imponer las correspondientes sanciones para las personas implicadas.
No es la primera vez que un partido se suspende por motivos de violencia. Es de esperar que no vuelva a ocurrir y que en cada partido reine el juego limpio.
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