La nueva Comisión estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia, y la Intolerancia en el Deporte debutó esta temporada con un buen carro de sanciones. El Rayo Vallecano fue la principal víctima del organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Al club madrileño se le impuso una multa de 30.000 euros por colaborar con su grupo ultra ('Bukaneros') y facilitarle 53 invitaciones para el partido contra el Hércules en el Rico Pérez alicantino. Además, otros seis hinchas radicales fueron condenados a pagar 6.000 euros cada uno por planificar y ejecutar una «brutal agresión» a un grupo de aficionados del Real Murcia. La Comisión indica en su informe que la intervención de la Policía «evitó lesiones de mayor consideración».El club presidido por Teresa Rivero tendrá que pagar también algo más de 3.000 euros por no impedir la entrada y encendido de un bote de humo. En total, el 'Rayito' tendrá que abonar 33.000 euros en apenas tres semanas de competición. Sin embargo, la Comisión impuso la multa más alta (60.000 euros) a un aficionado valencianista por quebrantar una prohibición de entrar en recintos deportivos. La multa se aplicó en el partido de ida de la Supercopa, entre el Valencia y el Real Madrid. En el mismo encuentro, cuatro aficionados esperaron a la salida del equipo visitante para insultar e increpar a los jugadores blancos. Por este motivo, fueron condenados a pagar 4.000 euros y no podrán ver un partido en Mestalla en los próximos seis meses.
En el partido de vuelta, seis hinchas valencianos fueron agredidos en el Santiago Bernabéu. La Comisión ha castigado a los culpables con 6.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un año. Otro individuo fue multado con 4.000 euros por insultar a la Policía en el coso madridista.
Incidentes en Riazor
La primera jornada en la Liga BBVA también dejó incidentes en A Coruña. Un aficionado agredió a un guardia jurado que le impidió entrar en Riazor. Castigo: 4.00 euros y prohibida la entrada por seis meses. En el mismo encuentro (Deportivo-Real Madrid), otro aficionado fue castigado por invadir el terreno de juego, agredir a los vigilantes de seguridad y a los policías en la celebración del segundo gol local.
Otros dos aficionados de Osasuna y el Atlético de Madrid también fueron castigados, al igual que el Numancia. La seguridad del equipo soriano falló a final del partido en el control de espectadores.
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