Nueve hinchas, presuntamente relacionados con grupos ultras de la Real Sociedad y de Osasuna, han sido imputados de un delito de lesiones tras el ataque llevado a cabo el pasado sábado en un bar de Eibar contra seguidores del Zaragoza y en el que resultó contusionado un camarero del local.
Los hechos se registraron a las 16:40 horas en los aledaños del campo de Ipurúa, donde minutos después iba a disputarse el partido entre el Eibar y el Zaragoza, al irrumpir en el local cerca de una treintena de hinchas radicales, en algunos casos con enseñas tanto de la peña Mujika (Real Sociedad) como de Indar Gorri (Osasuna), según han asegurado a Efe algunos testigos.
Los hechos se registraron a las 16:40 horas en los aledaños del campo de Ipurúa, donde minutos después iba a disputarse el partido entre el Eibar y el Zaragoza, al irrumpir en el local cerca de una treintena de hinchas radicales, en algunos casos con enseñas tanto de la peña Mujika (Real Sociedad) como de Indar Gorri (Osasuna), según han asegurado a Efe algunos testigos.
"Llegaron de repente, algunos armados con tubos de hierro, y comenzaron a lanzar piedras, botellas, vasos y tornillos de gran tamaño", ha manifestado a Efe la camarera de este bar que regentan sus padres, quienes también se encontraban en el local, al igual que su novio.
Este último, de 30 años, se llevó la peor parte, al ser agredido "con una piedra en la cabeza" que le causó dos brechas y le hizo desplomarse al suelo, momento en el que "le dieron patadas y golpes" que le causaron diversas contusiones de las que tuvo que ser atendido en un centro asistencial, ha relatado la joven.
Cuando el propietario de la taberna trató de ayudarle "le agredieron con un tornillo y una botella", añade, aún sin explicarse los motivos que dieron origen al salvaje ataque, ya que la veintena de aficionados zaragozistas, así como varios periodistas llegados desde la capital aragonesa, "estaban comiendo tranquilamente y animando a su equipo".
Este último, de 30 años, se llevó la peor parte, al ser agredido "con una piedra en la cabeza" que le causó dos brechas y le hizo desplomarse al suelo, momento en el que "le dieron patadas y golpes" que le causaron diversas contusiones de las que tuvo que ser atendido en un centro asistencial, ha relatado la joven.
Cuando el propietario de la taberna trató de ayudarle "le agredieron con un tornillo y una botella", añade, aún sin explicarse los motivos que dieron origen al salvaje ataque, ya que la veintena de aficionados zaragozistas, así como varios periodistas llegados desde la capital aragonesa, "estaban comiendo tranquilamente y animando a su equipo".
El pánico que provocó en ellos el ataque hizo que algunos se escondieran en el almacén, otros en los baños y que la gran mayoría "se arrojara al suelo", porque la lluvia de objetos llegó hasta el comedor, al romper varios cristales y parte de la vajilla.
Uno de los tornillos, de 400 gramos de peso, "terminó en el plato de uno de los periodistas de Zaragoza", ha asegurado la camarera, que como el resto de su familia aún no ha conseguido conciliar el sueño, "con miedo de que vayan a regresar".
La proximidad de una unidad móvil de la Televisión de Aragón permitió grabar la retirada del grupo agresor y, gracias a ello, la Ertzaintza logró identificar a algunos individuos que supuestamente participaron en el ataque.
Uno de los tornillos, de 400 gramos de peso, "terminó en el plato de uno de los periodistas de Zaragoza", ha asegurado la camarera, que como el resto de su familia aún no ha conseguido conciliar el sueño, "con miedo de que vayan a regresar".
La proximidad de una unidad móvil de la Televisión de Aragón permitió grabar la retirada del grupo agresor y, gracias a ello, la Ertzaintza logró identificar a algunos individuos que supuestamente participaron en el ataque.
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