Un aficionado del FC Cartagena y dos agentes de antidisturbios de Sevilla de la Policía Nacional se han visto las caras en el juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena por acusaciones mutuas a raíz de un incidente que tuvo lugar a la conclusión del duelo de rivalidad regional entre el Efesé y el Real Murcia del pasado 11 de abril.
Las dos versiones sólo coinciden en el principio de la historia. Unos 45 minutos después de concluir el partido, la Policía ordenó a los aficionados que desalojasen la zona exterior del campo ( iban a salir los seguidores del Murcia) y éstos comenzaron a subir por las abarrotadas escaleras del puente peatonal de la Rambla de Benipila. Entonces, varios agentes policiales subieron entre la gente y ahí saltó el conflicto.
Versión de los policías
Los dos agentes, por videoconferencia desde Sevilla, fueron los primeros en testificar. Uno explicó que vio como su compañero fue empujado por el ciudadano. "Lo vi perfectamente y mi compañero no cayó al suelo al sujetarse con la gente. Después, esa persona nos insultó con expresiones como 'iros a la mierda', 'no merecéis llevar ese uniforme', etc. A él siempre se le trató con resto y nunca se le maltrató", aseguró. También afirmó que se comportó "de forma violenta, con una actitud hostil, e hizo aspavientos animando a las demás personas; por su boca soltó de todo". Negó que ellos le insultasen o le maltratasen en algún momento.
Su compañero explicó que iba en primer lugar de la fila de agentes que subía por las escaleras. "Yo iba diciendo 'apártense' y de pronto esta persona dijo 'A mí no me empujas más' y me desplazó. Caí dos escalones hacia abajo y noté un pinchazo en la rodilla, no pudiendo seguir esa mañana con mi trabajo". Por esa lesión fue tratado en el hospital Perpetuo Socorro. Aseguró que el ciudadano incitó a la gente, "vimos bastante cruda la situación", además de lanzar diversos insultos. "Por eso tomé la decisión de identificarlo pero no detenerle, pues si lo hacemos lo mismo se hubiese provocado un altercado mayor y hubiésemos tenido que cargar contra el público. Existía un ambiente muy hostil hacia nosotros debido, en parte, a esta persona". También negó que algún agente insultase al aficionado.
Versión del ciudadano
El hombre, de 64 años y comerciante en Ciudad Jardín, negó todos esos insultos que le atribuyen los agentes ("No son palabras que suela utilizar") y sólo reconoció haberles dicho que no merecían "llevar el uniforme de la Policía Nacional". Rechaza que empujase a alguien. "Alguien me empujó y no vi sobre quien caí, sólo que una mano me cogió por detrás y me sacó violentamente de la fila escaleras abajo". Continuó diciendo que después le amenazaron ("te pego tres somantas que te arranco la cabeza"), provocaron ("colocaba su cabeza con el casco junto a mi rostro para provocarme") e insultaron ("perro, golfo, sinvergüenza..."). "Nadie en la vida me había vejado de esa manera, pensaba que sólo ocurría en las películas", dijo. Tras el incidente acudió a denunciar a Comisaría. También recalcó que en su vida ha tenido problemas con la policía y nunca había pisado un juzgado. Hay que apuntar que el ciudadano fue denunciado en un primer momento por Atentado contra la Autoridad, pero que el fiscal y el juez determinaron deja la acusación en Lesiones y Desobediencia.
Los testigos
Después intervinieron los testigos. El primo de este ciudadano dijo que la fila de personas iban "apretadas y despacio cuando los policías subían apartando a la gente" y que él no llegó a ver empujón alguno, "pero sí cómo le cogió un policía". Su esposa escuchó "Por favor, no empujen" y enseguida vio a su marido "cómo le echaban hacia atrás mientras que yo no podía retroceder ya acabé en el otro lado del puente". Sí aseguró que vio a un policía coger una porra del suelo tras haber chocado con un chico. Su cuñado, por su parte, dice que a él también le empujaron al subir los policías entre tanta gente, pero que el aficionado no empujó a nadie y le bajaron "de forma brusca por las escaleras". Esta familia explicó que van a los partidos del Efesé juntos y que al final esperan un tiempo para salir más tranquilos.
Un menor, ajeno a esta familia, también declaró diciendo que, desde un descanso de la escalitana, vio "como la policía casi tira a este hombre al cogerle por la camiseta, escuchó como le increpaban y que algunos aficionados pedían que le soltasen".
El último testigo fue otro agente policía que subía por la escalinata. "Mi compañero fue empujado con intención, pues vi como esa persona alzaba los brazos, tras girarse y empujar. También escuché cómo nos dedicó muchos insultos".
Conclusiones y peticiones de penas
El fiscal José Jesús Maraver pidió una pena para el ciudadano de 1.300 euros por lesiones más 120 euros por el insulto de 'no merecéis llevar ese uniforme', mientras que para los policías propone otros 120 euros, con pago a partes iguales de las costas.
María José Roldán, abogada del ciudadano, reclama que su cliente sea absuelto de las acusaciones de desobediencia y falta de respeto y que el agente que agarró al aficionado sea condenado al pago de 500 euros por insultos, vejaciones y maltrato. Dudó de que una persona de 64 años empujase a un agente de 1,82 metros de altura. "El policía sufrió un traspié y entonces su compañero cogió al que se quejó, al que luego insultó y vejó", dijo. También apuntó que las radiografías descartaron que el agente sufriese algún tipo de lesión ósea.
Santiago Castillo Parrilla defendió los intereses de los agentes, haciendo hincapié en que los testigos son familiares y que aún así nadie escuchó insultos de los policías, "salvo el chico menor de edad, que estaba aleccionado". Reclamó una multa de 120 euros por falta de respeto y desobediencia más otra de 270 euros por las lesiones, cantidades a las que añade la responsabilidad civil de 1.300 euros por los 50 días que tardó en recuperarse el agente de la lesión que sufrió.
María José Cortés, ante la ausencia del juez titular, dirigió un juicio que duró bastante más de una hora.
Las dos versiones sólo coinciden en el principio de la historia. Unos 45 minutos después de concluir el partido, la Policía ordenó a los aficionados que desalojasen la zona exterior del campo ( iban a salir los seguidores del Murcia) y éstos comenzaron a subir por las abarrotadas escaleras del puente peatonal de la Rambla de Benipila. Entonces, varios agentes policiales subieron entre la gente y ahí saltó el conflicto.
Versión de los policías
Los dos agentes, por videoconferencia desde Sevilla, fueron los primeros en testificar. Uno explicó que vio como su compañero fue empujado por el ciudadano. "Lo vi perfectamente y mi compañero no cayó al suelo al sujetarse con la gente. Después, esa persona nos insultó con expresiones como 'iros a la mierda', 'no merecéis llevar ese uniforme', etc. A él siempre se le trató con resto y nunca se le maltrató", aseguró. También afirmó que se comportó "de forma violenta, con una actitud hostil, e hizo aspavientos animando a las demás personas; por su boca soltó de todo". Negó que ellos le insultasen o le maltratasen en algún momento.
Su compañero explicó que iba en primer lugar de la fila de agentes que subía por las escaleras. "Yo iba diciendo 'apártense' y de pronto esta persona dijo 'A mí no me empujas más' y me desplazó. Caí dos escalones hacia abajo y noté un pinchazo en la rodilla, no pudiendo seguir esa mañana con mi trabajo". Por esa lesión fue tratado en el hospital Perpetuo Socorro. Aseguró que el ciudadano incitó a la gente, "vimos bastante cruda la situación", además de lanzar diversos insultos. "Por eso tomé la decisión de identificarlo pero no detenerle, pues si lo hacemos lo mismo se hubiese provocado un altercado mayor y hubiésemos tenido que cargar contra el público. Existía un ambiente muy hostil hacia nosotros debido, en parte, a esta persona". También negó que algún agente insultase al aficionado.
Versión del ciudadano
El hombre, de 64 años y comerciante en Ciudad Jardín, negó todos esos insultos que le atribuyen los agentes ("No son palabras que suela utilizar") y sólo reconoció haberles dicho que no merecían "llevar el uniforme de la Policía Nacional". Rechaza que empujase a alguien. "Alguien me empujó y no vi sobre quien caí, sólo que una mano me cogió por detrás y me sacó violentamente de la fila escaleras abajo". Continuó diciendo que después le amenazaron ("te pego tres somantas que te arranco la cabeza"), provocaron ("colocaba su cabeza con el casco junto a mi rostro para provocarme") e insultaron ("perro, golfo, sinvergüenza..."). "Nadie en la vida me había vejado de esa manera, pensaba que sólo ocurría en las películas", dijo. Tras el incidente acudió a denunciar a Comisaría. También recalcó que en su vida ha tenido problemas con la policía y nunca había pisado un juzgado. Hay que apuntar que el ciudadano fue denunciado en un primer momento por Atentado contra la Autoridad, pero que el fiscal y el juez determinaron deja la acusación en Lesiones y Desobediencia.
Los testigos
Después intervinieron los testigos. El primo de este ciudadano dijo que la fila de personas iban "apretadas y despacio cuando los policías subían apartando a la gente" y que él no llegó a ver empujón alguno, "pero sí cómo le cogió un policía". Su esposa escuchó "Por favor, no empujen" y enseguida vio a su marido "cómo le echaban hacia atrás mientras que yo no podía retroceder ya acabé en el otro lado del puente". Sí aseguró que vio a un policía coger una porra del suelo tras haber chocado con un chico. Su cuñado, por su parte, dice que a él también le empujaron al subir los policías entre tanta gente, pero que el aficionado no empujó a nadie y le bajaron "de forma brusca por las escaleras". Esta familia explicó que van a los partidos del Efesé juntos y que al final esperan un tiempo para salir más tranquilos.
Un menor, ajeno a esta familia, también declaró diciendo que, desde un descanso de la escalitana, vio "como la policía casi tira a este hombre al cogerle por la camiseta, escuchó como le increpaban y que algunos aficionados pedían que le soltasen".
El último testigo fue otro agente policía que subía por la escalinata. "Mi compañero fue empujado con intención, pues vi como esa persona alzaba los brazos, tras girarse y empujar. También escuché cómo nos dedicó muchos insultos".
Conclusiones y peticiones de penas
El fiscal José Jesús Maraver pidió una pena para el ciudadano de 1.300 euros por lesiones más 120 euros por el insulto de 'no merecéis llevar ese uniforme', mientras que para los policías propone otros 120 euros, con pago a partes iguales de las costas.
María José Roldán, abogada del ciudadano, reclama que su cliente sea absuelto de las acusaciones de desobediencia y falta de respeto y que el agente que agarró al aficionado sea condenado al pago de 500 euros por insultos, vejaciones y maltrato. Dudó de que una persona de 64 años empujase a un agente de 1,82 metros de altura. "El policía sufrió un traspié y entonces su compañero cogió al que se quejó, al que luego insultó y vejó", dijo. También apuntó que las radiografías descartaron que el agente sufriese algún tipo de lesión ósea.
Santiago Castillo Parrilla defendió los intereses de los agentes, haciendo hincapié en que los testigos son familiares y que aún así nadie escuchó insultos de los policías, "salvo el chico menor de edad, que estaba aleccionado". Reclamó una multa de 120 euros por falta de respeto y desobediencia más otra de 270 euros por las lesiones, cantidades a las que añade la responsabilidad civil de 1.300 euros por los 50 días que tardó en recuperarse el agente de la lesión que sufrió.
María José Cortés, ante la ausencia del juez titular, dirigió un juicio que duró bastante más de una hora.
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