La interna de la barra de River dejó otro triste capítulo: la facción oficial se cruzó con la disidente. Hubo dos heridos de bala y otro de arma blanca que está grave.
La avenida donde se dirimió otro capítulo de la interna de Los Borrachos del Tablón se llama Del Libertador. Parece un chiste teniendo en cuenta que estamos todos presos de la violencia. Y lo que se venía anunciando en los torneos de verano, ocurrió a tres cuadras del estadio del Matador: la facción oficial de la barra se topó con la del Oeste y Hurlingham y se produjo una batalla que dejó dos heridos de bala y uno de arma blanca.
Ambos grupos sabían que se iban a encontrar. El del Oeste y Los Patovicas habían ganado la tribuna en Lanús, en el último partido del Apertura, y como la fracción oficial tiene la banca de la dirigencia y de la Federal, su única chance de ingresar es cuando River juega de visitante. Por eso, dos semanas atrás, tres referentes del grupo (Pacha, Chatruc y El Chino) hablaron con barras del Matador para que se mantuvieran neutrales y les hicieran una línea con la Policía de la zona. Con ese acuerdo, reunieron a 140 violentos y pactaron llegar temprano e ingresar. Sin línea real con la dirigencia, pretendían obtener tickets de las peñas más afines a la vieja conducción de la barra. Pero los de la fracción oficial planearon la contra: arreglaron con Seguridad Deportiva de la Provincia un gran acompañamiento desde Capital y gracias al hermano de un importantísimo dirigente, obtuvieron 500 tickets. El sábado era vox populi lo que pasaría pero la Policía dejó que sucediera. ¿Por qué? Para aplicarle también en Provincia el derecho de admisión al bando disidente.
Así, a las seis, 140 barras del Oeste y Hurlingham, liderados por Cuky, Rocky, el Turco y Toti se ubicaron antes del primer control. La Bonaerense los retuvo diciendo que había 20 que tenían antecedentes. Diez minutos después, la barra oficial llegó en cuatro micros y varios autos. El choque fue inevitable y la Policía intervino con balas de goma dispersando a los Patovicas y los del Oeste hacia la Panamericana. Cuando Libertador estuvo liberada, un barra de la primera línea del bando oficial, Martín de Soldati, estaba en el piso con una gran herida de arma blanca en el abdomen. Ahí, el grupo de Boulogne al mando del Pollo y el de Ale de Budge, sacaron armas de fuego y empezaron a disparar. Hubo al menos seis detonaciones hasta que la Policía lograra que los del Oeste se fueran. La batalla dejó dos heridos de bala, uno en la rodilla y otro en el fémur. Que el día de mañana serán más si nadie para esta locura.
Relacionados
La avenida donde se dirimió otro capítulo de la interna de Los Borrachos del Tablón se llama Del Libertador. Parece un chiste teniendo en cuenta que estamos todos presos de la violencia. Y lo que se venía anunciando en los torneos de verano, ocurrió a tres cuadras del estadio del Matador: la facción oficial de la barra se topó con la del Oeste y Hurlingham y se produjo una batalla que dejó dos heridos de bala y uno de arma blanca.
Ambos grupos sabían que se iban a encontrar. El del Oeste y Los Patovicas habían ganado la tribuna en Lanús, en el último partido del Apertura, y como la fracción oficial tiene la banca de la dirigencia y de la Federal, su única chance de ingresar es cuando River juega de visitante. Por eso, dos semanas atrás, tres referentes del grupo (Pacha, Chatruc y El Chino) hablaron con barras del Matador para que se mantuvieran neutrales y les hicieran una línea con la Policía de la zona. Con ese acuerdo, reunieron a 140 violentos y pactaron llegar temprano e ingresar. Sin línea real con la dirigencia, pretendían obtener tickets de las peñas más afines a la vieja conducción de la barra. Pero los de la fracción oficial planearon la contra: arreglaron con Seguridad Deportiva de la Provincia un gran acompañamiento desde Capital y gracias al hermano de un importantísimo dirigente, obtuvieron 500 tickets. El sábado era vox populi lo que pasaría pero la Policía dejó que sucediera. ¿Por qué? Para aplicarle también en Provincia el derecho de admisión al bando disidente.
Así, a las seis, 140 barras del Oeste y Hurlingham, liderados por Cuky, Rocky, el Turco y Toti se ubicaron antes del primer control. La Bonaerense los retuvo diciendo que había 20 que tenían antecedentes. Diez minutos después, la barra oficial llegó en cuatro micros y varios autos. El choque fue inevitable y la Policía intervino con balas de goma dispersando a los Patovicas y los del Oeste hacia la Panamericana. Cuando Libertador estuvo liberada, un barra de la primera línea del bando oficial, Martín de Soldati, estaba en el piso con una gran herida de arma blanca en el abdomen. Ahí, el grupo de Boulogne al mando del Pollo y el de Ale de Budge, sacaron armas de fuego y empezaron a disparar. Hubo al menos seis detonaciones hasta que la Policía lograra que los del Oeste se fueran. La batalla dejó dos heridos de bala, uno en la rodilla y otro en el fémur. Que el día de mañana serán más si nadie para esta locura.
Relacionados
No hay comentarios:
Publicar un comentario