Corría el minuto 17 del encuentro cuando el jugador del Nápoles, Hamsik, marcó el primer gol del encuentro y se acercó a una zona de tribuna en la que había ubicados alrededor de 400 aficionados del Nápoles —la gran mayoría de los hinchas napolitanos, cerca de 2.500, estaban en la parte alta en lo que se conoce como ´la jaula´, pero también había otro núcleo en una zona que no suele ser habitual como es tribuna— a celebrar su tanto. Eso propició que los hinchas se acercasen a la valla de protección que ante la presión y el peso no aguantó y cedió provocando una avalancha humana en la que se vieron implicados alrededor de treinta seguidores.
Tras el incidente, de forma inmediata, la seguridad privada así como los servicios sanitarios acudieron a la zona para socorrer a los heridos de distinta consideración y de forma inmediata entre los que hubo que hospitalizar a uno, concretamente un miembro del personal sanitario que estaba justo debajo de la zona en la que se desprendió la protección.
Una vez atendidas las cuatro personas dañadas —tres aficionados italianos todos ellos con lesiones leves y un miembro de los servicios sanitarios, el anteriormente mencionado, que fue el único trasladado a un centro hospitalario con una luxación en el hombro— un cordón de efectivos de la seguridad privada del club estuvo custodiando la zona en la que permanecían los seguidores ya sin la valla de protección que se había desprendido.
Pendientes de UEFA
El Villarreal queda a la espera ahora de ver qué dictamina UEFA y, aunque por suerte no hubo que lamentar daños personales de consideración, todo apunta a que podría haber alguna sanción económica pese a que el incidente no fue propiciado por la afición local.
Tras el incidente, de forma inmediata, la seguridad privada así como los servicios sanitarios acudieron a la zona para socorrer a los heridos de distinta consideración y de forma inmediata entre los que hubo que hospitalizar a uno, concretamente un miembro del personal sanitario que estaba justo debajo de la zona en la que se desprendió la protección.
Una vez atendidas las cuatro personas dañadas —tres aficionados italianos todos ellos con lesiones leves y un miembro de los servicios sanitarios, el anteriormente mencionado, que fue el único trasladado a un centro hospitalario con una luxación en el hombro— un cordón de efectivos de la seguridad privada del club estuvo custodiando la zona en la que permanecían los seguidores ya sin la valla de protección que se había desprendido.
Pendientes de UEFA
El Villarreal queda a la espera ahora de ver qué dictamina UEFA y, aunque por suerte no hubo que lamentar daños personales de consideración, todo apunta a que podría haber alguna sanción económica pese a que el incidente no fue propiciado por la afición local.
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