El juzgado de lo Penal número 1 de Valencia juzga desde este lunes a dos jóvenes vinculados a la peña Yomus, los ultra del Valencia CF, por apuñalar a otro de ideología diferente en la plaza del Cedro en enero del año 2007. Uno de ellos ha reconocido la agresión pero ha asegurado que lo hizo para defenderse, mientras que el otro ha negado su intervención en el suceso.
Los jóvenes se enfrentan a una pena de cuatro años y medio de prisión por un delito de lesiones con el uso de arma blanca, con el agravante ideológico --pena solicitada por el ministerio fiscal y por la acusación particular--. Esta vista ha obligado a desplazarse hasta la Ciudad de la Justicia de Valencia un furgón policial y alrededor de 10 agentes, ante la presencia de diferentes miembros de los grupos implicados.
El incidente tuvo lugar en la madrugada del 27 de enero de 2007, en la plaza del Cedro de Valencia. Uno de los acusados, que actualmente es estudiante, ha explicado que ese día acudió junto a varios amigos a la zona para ir a una discoteca. Una vez allí, observaron que otros compañeros suyos estaban siendo seguidos por unas 25 o 30 personas. En principio se quedaron paralizados, pero cuando vieron cómo otros individuos se dirigían hacia ellos, intentaron huir.
Ha matizado en este punto que a las personas que vieron ya las conocían anteriormente por haber mantenido varias disputas. Ha indicado que su grupo es seguidor del Yomus, "mientras que ellos son contrarios a nuestro colectivo".
El joven, que ha incidido en que en su grupo no había nadie con estética 'skin', ha relatado que le rodearon y uno de ellos, la víctima, comenzó a agredirle con la hebilla del cinturón en la cabeza. Con el fin de asustarle y de "quitárselos de encima", sacó una navaja "multiusos". La víctima, según ha relatado, se abalanzó sobre él y luego ya le vio la herida con sangre. "Fue todo bastante rápido y yo no estaba muy consciente. Luego pude escapar por un hueco", ha dicho.
También ha indicado que el otro acusado no se encontraba en ese momento allí, con él, puesto que se había ido corriendo, y ha asumido la autoría de la agresión, a pesar de que en sus primeras declaraciones no lo hizo. El joven ha justificado este comportamiento en que "cuando ví que acusaban a un chico de algo inocente, tuve la obligación moral de confesar los hechos".
El otro joven acusado, que trabaja en una discoteca, ha insistido, por su parte, en que ese día no intervino en ninguna pelea y que lo único que hizo fue "salir corriendo" cuando se percató de que un grupo de personas se dirigían hacia él y otros amigos. "No agredí a nadie", ha señalado.
"ME PERSIGUE UN GRUPO DE NAZIS"
Frente a estas dos versiones, la víctima ha relatado que no conocía a los acusados antes de producirse la agresión, y que fue un compañero suyo de trabajo el que esa noche entró en el pub en el que se encontraba junto a cuatro amigos más y les dijo: 'me está persiguiendo un grupo de nazis'.
Al escuchar estas palabras, ha explicado que salieron a la calle a buscar a otros amigos, con el objetivo de evitar que les agredieran y para que "no nos pillaran de sopetón", ha dicho. Sin embargo, antes de localizar a nadie, se dirigieron hacia ellos unas 10 o 12 personas y les atacaron.
Ha indicado que él no pudo huir --frente a otros compañeros-- y que, tras escuchar algo así como 'los guarros estos serán apuñalados esta noche', los dos acusados comenzaron a golpearle. "Iban de skins, con botas, elásticos, pasamontañas, y algunos con palos y navajas", ha descrito. Por su parte, algunos de los amigos que le acompañaban, según ha comentado, iban con estética sharp skin, es decir, "vestidos como de hippie o alternativo".
El joven ha explicado que él tuvo que defenderse de sus agresores con las manos, porque no llevaba ningún arma --ni tampoco hebillas de cinturones--, y que cuando se dio cuenta de que le habían dado un navajazo, se lo comentó a su amigo y escaparon de allí. La víctima ha identificado como el autor de esta agresión al que hoy se ha declarado inocente. "Lo identifiqué desde el primer día, primero en fotos y luego en una rueda de reconocimiento. No tengo ninguna duda", ha aseverado.
Los jóvenes se enfrentan a una pena de cuatro años y medio de prisión por un delito de lesiones con el uso de arma blanca, con el agravante ideológico --pena solicitada por el ministerio fiscal y por la acusación particular--. Esta vista ha obligado a desplazarse hasta la Ciudad de la Justicia de Valencia un furgón policial y alrededor de 10 agentes, ante la presencia de diferentes miembros de los grupos implicados.
El incidente tuvo lugar en la madrugada del 27 de enero de 2007, en la plaza del Cedro de Valencia. Uno de los acusados, que actualmente es estudiante, ha explicado que ese día acudió junto a varios amigos a la zona para ir a una discoteca. Una vez allí, observaron que otros compañeros suyos estaban siendo seguidos por unas 25 o 30 personas. En principio se quedaron paralizados, pero cuando vieron cómo otros individuos se dirigían hacia ellos, intentaron huir.
Ha matizado en este punto que a las personas que vieron ya las conocían anteriormente por haber mantenido varias disputas. Ha indicado que su grupo es seguidor del Yomus, "mientras que ellos son contrarios a nuestro colectivo".
El joven, que ha incidido en que en su grupo no había nadie con estética 'skin', ha relatado que le rodearon y uno de ellos, la víctima, comenzó a agredirle con la hebilla del cinturón en la cabeza. Con el fin de asustarle y de "quitárselos de encima", sacó una navaja "multiusos". La víctima, según ha relatado, se abalanzó sobre él y luego ya le vio la herida con sangre. "Fue todo bastante rápido y yo no estaba muy consciente. Luego pude escapar por un hueco", ha dicho.
También ha indicado que el otro acusado no se encontraba en ese momento allí, con él, puesto que se había ido corriendo, y ha asumido la autoría de la agresión, a pesar de que en sus primeras declaraciones no lo hizo. El joven ha justificado este comportamiento en que "cuando ví que acusaban a un chico de algo inocente, tuve la obligación moral de confesar los hechos".
El otro joven acusado, que trabaja en una discoteca, ha insistido, por su parte, en que ese día no intervino en ninguna pelea y que lo único que hizo fue "salir corriendo" cuando se percató de que un grupo de personas se dirigían hacia él y otros amigos. "No agredí a nadie", ha señalado.
"ME PERSIGUE UN GRUPO DE NAZIS"
Frente a estas dos versiones, la víctima ha relatado que no conocía a los acusados antes de producirse la agresión, y que fue un compañero suyo de trabajo el que esa noche entró en el pub en el que se encontraba junto a cuatro amigos más y les dijo: 'me está persiguiendo un grupo de nazis'.
Al escuchar estas palabras, ha explicado que salieron a la calle a buscar a otros amigos, con el objetivo de evitar que les agredieran y para que "no nos pillaran de sopetón", ha dicho. Sin embargo, antes de localizar a nadie, se dirigieron hacia ellos unas 10 o 12 personas y les atacaron.
Ha indicado que él no pudo huir --frente a otros compañeros-- y que, tras escuchar algo así como 'los guarros estos serán apuñalados esta noche', los dos acusados comenzaron a golpearle. "Iban de skins, con botas, elásticos, pasamontañas, y algunos con palos y navajas", ha descrito. Por su parte, algunos de los amigos que le acompañaban, según ha comentado, iban con estética sharp skin, es decir, "vestidos como de hippie o alternativo".
El joven ha explicado que él tuvo que defenderse de sus agresores con las manos, porque no llevaba ningún arma --ni tampoco hebillas de cinturones--, y que cuando se dio cuenta de que le habían dado un navajazo, se lo comentó a su amigo y escaparon de allí. La víctima ha identificado como el autor de esta agresión al que hoy se ha declarado inocente. "Lo identifiqué desde el primer día, primero en fotos y luego en una rueda de reconocimiento. No tengo ninguna duda", ha aseverado.
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