«Fue atacado a traición, con armas y sin motivo alguno»

La pesadilla vivida el pasado sábado en Sevilla por parte de varios aficionados del Cádiz que fueron atacados a traición por cerca de cincuenta 'Supporters Gol Sur' -que así se hacen llamar los ultras del Betis-, siguió viviéndola ayer M. A. F., cadista de 46 años y unos de los fundadores del colectivo Brigadas Amarillas allá por el año 1982, que fue operado de urgencia en el Hospital sevillano Virgen del Rocío donde ya pasó la noche del sábado y también la de ayer. En un principio, los médicos del centro hispalense barajaron la posibilidad de desplazar al herido al hospital Puerta del Mar de la capital gaditana pero los dolores que aún padecía desestimaron dicha posibilidad ya que el viaje podría convertirse en un nuevo calvario para un paciente al que ayer se le intento salvar la visión de un ojo.
M.A. F. no tardó en recibir la visita de sus familiares más directos pese a que no quería alarmarlos horas después de la trifulca. De hecho, llegó incluso a declinar la posibilidad que le dio este medio de mostrar las tremendas heridas para no preocupar más de la cuenta a sus más allegados.
Como ya publicó este medio ayer, la pelea tuvo lugar cerca de las taquillas de la ciudad deportiva bética sobre las tres de la tarde. Un grupo de entre diez y veinte seguidores gaditanos fueron sorprendidos por unos cincuenta hinchas verdiblancos, los cuales iban armados con sillas, bates de béisbol y alguna que otra navaja. Además de M. A., que fue el peor parado, otros cuatro aficionados también fueron intervenidos en el centro clínico, uno de ellos con una lesión en su nalga producto de un ataque con arma blanca. También se le realizaron puntos de sutura a otro aficionado cadista aunque en este caso fue asistido en el propio estadio gracias a la presencia de una UVI movil. Todos los que fueron al hospital, salvo M. A., fueron saliendo una vez fueron observados y tratados.
El parte
El parte de M. A. F. es desolador aunque no se teme por su vida. Sufre un desprendimiento de la cornea y tiene rota la nariz y la mandíbula producto de los golpes que recibió en su rostro. Fue «atacado a traición, por la espalda. Tiene la cara echada abajo», relata D. M. F., cuñado del herido. «Lo tiraron al suelo y le dieron patadas de todo tipo, se emplearon con armas, piedras, bates de béisbol», denuncia el familiar que prefiere guardar el anonimato. «Sólo queremos decir que mi cuñado es cadista desde antes de nacer. Su padre tiene la medalla de oro del club como homenaje a sus años de socio. Ha ido al fútbol sin ánimo de pelea y sí, pertenece a Brigadas, pero desde hace muchísimo tiempo nunca se han metido en nada. Fueron cogidos a traición, por la espalda y con una violencia totalmente gratuita», lamentaba. «Queremos denunciar con estos hechos que esta barbarie no se puede permitir en los campos de fútbol».
Ayer mismo, la policía nacional se entrevistó con el herido para mostrarles fotografías de varios sospechosos pertenecientes al grupo radical del conjunto sevillano. «Le han enseñado imágenes pero no ha podido recordar nada. Aún está perjudicado y no puede ver», sostiene su cuñado. Aún no hay detenidos aunque la policía ha abierto una investigación y no se descartan posibles detenciones. Uno de los motivos por los que no se han dado fue que los 'supporters' metidos en la pelea no acudieron al partido precisamente para no ser descubiertos por quienes habían sido sus víctimas y así librarse de la 'amenaza' policial presente en la ciudad deportiva.
Malestar con el Betis
Desde el club cadista no hay una postura oficial aunque Miguel Cuesta, consejero de Seguridad, ha dejado patente el malestar del club gaditano con el Betis, que no se ha puesto en contacto con la entidad cadista para lamentar los incidentes. Asimismo, también aprovechó la ocasión para descartar que ambas aficiones se citaran vía internet tal y como han publicado algún medio sevillano. «No tiene sentido. Si así hubiera sido habría habido heridos de las dos partes. Cogieron por sorpresa y a traición a nuestros aficionados», dice.