El fútbol argentino ha perdido la batalla contra los hinchas violentos, ya que los barras bravas están enquistados en su estructura y reciben todo tipo de facilidades para que desarrollen sus negocios, dijo el presidente del club Vélez Sarsfield.
La violencia de los hinchas, un problema que parece no tener solución para el fútbol local, ha dejado centenares de muertos y dado nacimiento a una ley por la que los hinchas visitantes no pueden ingresar a los partidos por la liga.
"Acá está perdida esta batalla (...) si la presidenta (Cristina Fernández) dice que son muchachos buenos los que se paran en los paravalanchas (...) nosotros éramos muchachos buenos hace 50 años atrás cuando había otra sociedad, otras costumbres, la droga no estaba al alcance de nuestras manos como ahora", dijo Raúl Gamez en una reciente entrevista con Reuters.
"En Inglaterra les sacaban el pasaporte, acá se lo inventamos para que puedan salir del país", agregó.
Según la organización no gubernamental Salvemos al Fútbol que nuclea a familiares de las víctimas, la violencia en el fútbol argentino ha dejado 304 fallecidos desde 1922.
Muy pocos dirigentes del fútbol argentino reconocen que negocian con los hinchas violentos de los clubes para que no hagan desmanes antes, durante y después de los partidos. Y los pocos valientes que se han enfrentado a estos grupos no lo han pasado bien.
Los barras de los clubes tienen concesiones de puestos de comida, manejan los estacionamientos en las adyacencias de los estadios y también venden boletos de protocolo que son facilitados por los dirigentes.
Gamez también se refirió a la práctica extendida de que los hinchas violentos participen en manifestaciones políticas como fuerza de choque.
"Los políticos los precisan y los usan como mano de obra violenta. Con los barras pactamos y no hay otra posibilidad porque no están dadas las garantías", destacó Gamez, quien lamenta que la Justicia argentina no sea más severa con los que delinquen.
Muchos dirigentes y asociaciones civiles creen que Argentina tiene que imitar los logros de países como Inglaterra.
"Inglaterra es un país que se enorgullece de dos descubrimientos: el del fútbol como deporte y el de la solución al problema de la violencia en los estadios", dice Salvemos al Fútbol en uno de sus artículos.
Y Gamez señala que la única solución es un profundo cambio en los procedimientos.
"En Inglaterra el que cometía un error no iba más a la cancha porque lo decidía la justicia y al otro día estaba condenado, acá les aplican el derecho de admisión y al otro día lo resuelve el abogado y un poco más va preso el que decidió hacer el derecho de admisión a un tipo que entraba (al estadio) con un arma", explicó el presidente de Vélez.
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