Tristeza, rabia, dolor, miedo. Así se siente Leonardo Moreno tras ser el protagonista principal de esta historia que se volvió en tragedia por el color de una camiseta. La insensatez de algunos que se hacen llamar barristas, hinchas del fútbol y que dicen amar a un equipo, no tiene cuándo acabar.
Esta vez hicieron que un esposo, padre de familia, amante del buen fútbol, un hombre que en condición de discapacidad perdiera su ojo izquierdo, tras ser atacado por un aficionado de América, que ante la súplica de Leonardo cuando le dijo que era una persona discapacitada, lo agredió con una navaja.
“Ese día íbamos para el estadio al partido entre Huila y Pasto, como siempre nos reunimos sobre la 1:30 de la tarde en nuestro sitio de encuentro en el barrio Aeropuerto y de ahí saldríamos caminando, nuestra ruta habitual coger por el puente de la Avenida Tenerife, en el inicio de él estaba la policía y no había problema alguno, pero al terminar de cruzar el puente estaban unos hinchas del América, estaban con su buzo inclusivo unos de Nacional ahí todos juntos y empezaron a reírse de nosotros, yo le dije a los pelados, sigamos normal, como si nada, pero de un momento a otro estos supuestos hinchas sacaron machetes y cuchillos y se nos mandaron”, cuenta Jesús Alberto Escobar, líder de la barra Aeropuerto que pertenece a la Corporación Alta Tensión Sur.
Minutos de angustia en medio de una riña
Para Jesús fueron unos minutos de angustia, al ver la situación prefirió enfrentar a los hinchas del América antes de que le hicieran daño a él o uno de los integrantes de la barra que dirige, “lástima ver unas personas que solo piensan es en hacer daño, en herir o matar por una camiseta, nosotros estamos vinculados en una mesa de trabajo con hinchas de Millonarios, una parte de América y queremos demostrar que el fútbol lo vivimos de otra manera”, dijo Jesús.
Y agregó, “el que hizo eso con Leonardo es un cobarde, viéndolo que es discapacitado, que no podía defenderse y así lo agredieron, da rabia ver que pasen esas cosas”.
Quienes estaban con Leonardo esa tarde del sábado 25, dijeron que el ataque en el que se vieron sorprendidos fue muy cerca de Luna Verde donde en varias ocasiones son atacados desde el puente por estos mismos hinchas. Tan pronto vieron el estado del aficionado del Atlético Huila, fue remitido al dispensario del Batallón (clínica) ya que él es pensionado del Ejército, de allí y por la gravedad de la herida fue trasladado al Hospital Universitario donde los médicos dieron un dictamen no alentador, ni para Leonardo ni para su familia. El joven, por las heridas, perdería su ojo izquierdo.
“Les dije que era discapacitado y no les importó”
Mientras Jesús Escobar sabe quién es el agresor de Leonardo y está esperando que las autoridades se pronuncien ante este hecho y actúen para que detengan al responsable. Leonardo, contó la historia y en medio del dolor pidió justicia.
“Lo que paso, le entrego eso en las manos del Señor, él es el único que puede condenar, si quiero justicia, pero solo Dios sabe lo que paso”.
Quien agregó, “ese día, como siempre estábamos contentos, íbamos a ver el equipo de nuestros amores, pensábamos en ganar, en los tres puntos que nos acercaría a la clasificación, de un momento a otro comenzó la pelea, ellos tenían machete, cuchillos, querían lastimar a alguno de nosotros, yo me caí, cuando se me vino un hincha del América con un machete, le dije que no podía correr, que no me hiciera daño, que era discapacitado, él no me hizo nada pero en eso llegó otro que dijo, no le crea, no coma de eso y al pararme me pegó la navaja en el ojo, de ahí en adelante nos e que paso, si llegó la policía o no”, dijo Leonardo con su voz entrecortada.
Hace unos años Leonardo tuvo una operación tras una enfermedad, de ello una parte de cuerpo se paralizó y no puede caminar bien, siempre anda con bastón, ese día no lo llevó, pero su ayuda siempre fue su hermana, quien suplicaba que no le hicieran daño.
El líder de la barra del Aeropuerto, Jesús Alberto Escobar, dijo que fueron minutos de angustia y que en ese momento la Policía no apareció, cuando llegaron, los de América se habían volado, y al ver su amigo herido, causo indignación y rabia en medio de la barra.
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