Sergio García, zamorano, había avisado en los días previos del partido. "Irán al partido más del Oviedo que del Zamora, eso seguro. Allí lo tienen asumido", relataba el extremo del Oviedo. Y no le faltó razón. En un campo acostumbrado a dar cobijo a unos 1.200 espectadores cada fin de semana, la visita del conjunto azul, el líder de la categoría y el conjunto que más masa social mueve, sirvió para batir registros. Fueron cerca de 3.500 espectadores los aficionados del Oviedo que se desplazaron a Zamora para seguir el encuentro de los de Egea. Pero la fiesta había comenzado algunas horas antes.
La mayoría de seguidores desplazados desde la capital del Principado lo hicieron con los diversos viajes organizados por las peñas azules. Muchas de las peñas tenían reservada en su agenda el partido en Zamora para organizar un desplazamiento. Ayuda la cercanía; unas 2 horas y media desde Oviedo; la situación en la tabla; la proximidad del final de la temporada y las excelentes relaciones con el equipo rival posibilitaron que los aficionados azules se contaran por miles.
Para el Zamora, la ocasión también fue especial. La directiva local denominó el día como "jornada de hermanamiento". La política de precios fue similar al de anteriores temporadas: 10 euros por una localidad. La directiva zamorana sigue la teoría de que precios populares hará que más seguidores acudan al campo, cuadrando el beneficio económico pensado para la ocasión.
Algunas de las peñas desplazadas optaron por viajar el sábado para disfrutar de dos días en la ciudad castellano leonesa. La mayoría, sin embargo, optó por viajar el mismo día del partido desde primeras horas de la mañana. El centro histórico de Zamora se convirtió en el punto de encuentro de los seguidores carbayones, ante el asombro de los ciudadanos de la ciudad. Muchos de los oviedistas optaron por las ofertas que promovieron diversos restaurantes de Zamora con precios reducidos. También coincidió la celebración de "De tapas por Zamora", con lo que la hostelería local vio como sus locales estaban repletos de consumidores con camiseta azul desde la mañana. Uno de los puntos importantes en la jornada fue la Plaza Mayor. Especialmente cuando la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo" hizo acto de presencia ante la multitud asturiana agolpada en la plaza.
A partir de las 4 de la tarde, comenzó el peregrinaje. La inmensa mayoría de oviedistas habían elegido el centro de Zamora para las horas previas así que tocaba desplazarse hacia el estadio. Un tranquilo paseo de una media hora. Las calles que llevaban desde el centro al Ruta de la Plata se inundaron de emblemas azules.
Una vez en el campo pudo comprobarse el buen ojo de Sergio García. Uno de los fondos del estadio y gran parte de una tribuna lateral correspondían a seguidores del Oviedo. De los cerca de 5.000 aficionados que siguieron el partido en el campo, 3.500 habían llegado desde Asturias, y otros lugares, para apoyar al Oviedo.
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