El problema de violencia en el deporte que afecta a estadios y aficionados es también una lacra para quien sencillamente vive cerca de un campo de fútbol. Ese es el caso, por ejemplo, de los vecinos de Ariznabarra en Vitoria, que sufren los daños colaterales de los enfrentamientos entre ultras antes del inicio de los partidos en Mendizorroza. El último, que obligó a un Policía que estaba en la zona a disparar al aire, se ha producido este pasado fin de semana en una brutal pelea entre violentos que dicen representar al Betis y otros que dicen querer al Deportivo Alavés.
La asociación de vecinos de Ariznabarra-Prado, ha dicho basta. El colectivo se queja de que “no es la primera vez que hechos incívicos y violentos se producen en nuestro barrio y que ya han sido denunciados por los vecinos”. Entre otros, cita los registrados el 18 de marzo en las traseras de la calle Ariznabarra, “donde seguidores del Osasuna y del Deportivo Alavés dejaron huella, destrozando mobiliario urbano, orinando en varios puntos de la plaza, tirando botes y botellas en los jardines”, denuncian en una nota pública.
Por todo ello, la asociación solicita mayor presencia policial en toda la zona, como medida disuasoria. “Entendemos el deporte y el fútbol como una actividad sana donde el respeto dentro y fuera del campo, debe ser la tónica que impere al margen de rivalidades. Apelamos a las peñas y seguidores del Deportivo Alavés, para que su comportamiento, sean un ejemplo a seguir por otros y el orgullo de nuestra ciudad”, concluyen.
La pelea entre supuestos béticos y alavesistas se produjo sobre las 12.15 horas del sábado, cuando los dos grupos de ultras coincidieron en la calle Portal de Castilla. La violencia obligó a un Ertzaintza de paisano y, al parecer, fuera de servicio a utilizar su arma. Algunas fuentes hablan de hasta 13 disparos al aire. Sin embargo, no se practicó ninguna detención. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario