El consejo de administración del Deportivo tiende puentes hacia sus aficionados para tratar de zanjar la crisis social que explotó el pasado 30 de noviembre con el asesinato de Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, en las proximidades del Calderón. Ayer, Enrique Calvete, consejero responsable del área económica del club, y Tino Fernández, presidente, volvieron a abrir los brazos a los seguidores blanquiazules. Calvete lo hizo durante su intervención en el I Foro Estatal Fútbol sin violencia, en donde alabó a su afición, a la que calificó como "la mejor de España", y Fernández durante una entrevista en Radio Coruña en la que aseguró que todos "tienen las puertas abiertas" del club, "los Riazor Blues, las peñas y cualquier colectivo".
Enrique Calvete participó en una mesa redonda, en la que intervinieron los aficionados, representados por José María Suárez, presidente de las peñas del Sporting de Gijón y de Aficiones Unidas, y el periodista Gaspar Rosety, asesor de presidencia de la Federación Española de Fútbol (FEF). Durante su exposición el consejero deportivista destacó los méritos acumulados por los seguidores blanquiazules, de forma especial los dos premios que recibió de Aficiones Unidas en los últimos años. También destacó dos perfiles que, en su opinión, convierten en especial a la masa de seguidores deportivista: "Es algo de lo que podemos presumir por el apoyo incondicional que siempre le ha dado a su equipo, con independencia de las circunstancias económicas, sociales y deportivas más favorables o más desfavorables en que nos hemos desenvuelto y el enorme civismo con que se ha comportado siempre y, especialmente, cuando las circunstancias requerían poner un mayor acento en la serenidad y en el saber estar".
En un foro en el que participaron los principales expertos en materia de seguridad en competiciones deportivas, Calvete se refirió también a la emboscada del pasado 30 de noviembre en la ribera del Manzanares, antes del partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo que acabó con la muerte de Jimmy. "En aquel aciago día se produjeron unos acontecimientos muy tristes que no voy a valorar en detalle, porque aún están siendo objeto de investigación policial y judicial y el Deportivo no dispone, a pesar de haberla solicitado, de ninguna información oficial". "Lo único que está muy claro, a día de hoy, de todo aquel episodio, es que hay un seguidor del Deportivo asesinado (Jimmy) y unos asesinos. El Deportivo espera de un suceso tan terrible que se llegue al menos a dos conclusiones: la primera es que Jimmy sea la última víctima de la violencia que utiliza el fútbol como coartada; la segunda, que se haga justicia, como reclamamos desde el primer momento", afirmó el consejero del club coruñés.
Y apuntó hacia el exterior para defender el buen hacer del consejo al que pertenece, aunque con sus errores, y a la afición blanquiazul. "No compartimos algo que sucedió en aquellos difíciles días, y es que se hubiera señalado, desde algunos ámbitos mediáticos e institucionales ajenos a esta ciudad, injustamente a la afición del Deportivo como responsable cuando todavía hoy no están clarificadas a nivel oficial las responsabilidades del suceso y cuando, como hemos dicho, lo único evidente es el asesinato de un seguidor del Deportivo. La trayectoria de esta gran afición hace tremendamente injusta esa versión imperante y generalizada desde aquellos tristes incidentes", defendió Calvete.
Casi coincidiendo en el tiempo Tino Fernández, el presidente, comentó que en aquella época cometieron algún error, entre ellos el haber utilizado la expresión "marca maldita". "No se entendió que la intención no era llamarle maldito a nadie", dijo el presidente, "me refería a un tema de marca que podría quedar quemada para el futuro y que quizá un cambio en ese sentido podría ayudar a seguir hacia adelante", añadió. Y acabó reconociendo que "evidentemente no fue una expresión afortunada", aunque quiso profundizar todavía más, sobre todo en el uso posterior de su afirmación. "También es verdad que retorcida a veces hasta la saciedad (la expresión) por algunos, pues bueno, se ha querido utilizar de una determinada manera. Como soy resultadista en casi todo, entiendo que si al final el resultado es el que fue, está claro que no es afortunado. Pero sí que por lo menos quiero que se interprete en el sentido que yo le daba", explicó.
Esa frase y otra serie de actuaciones en los primeros día de diciembre supusieron la ruptura definitiva de las peñas y de los Riazor Blues con el consejo de administración. Desde el club intentan dar pasos para conseguir la reconciliación. "Las puertas están abiertas para todos", destacó el presidente. "Entre todos buscaremos lo mejor para seguir adelante. Creo que tengo una idea de cómo se puede seguir adelante", aunque aseguró también que será necesario "un mínimo número de cambios", obligados por la legislación vigente. "Las normas en temas de seguridad no las pone el Deportivo", dijo. "Hay una ley y un reglamento que desarrolla esa ley. Y la Liga aprueba aplicar una serie de medidas. Nosotros simplemente tenemos la obligación de ponerlas en marcha. Yo me ofrezco como puente para tratar de buscar ese punto de encuentro entre unos y otros", comentó Fernández Pico.
El consejo de administración tendió las manos en reiteradas oportunidades en los últimos tiempos, ha habido una reunión con al Federación de Peñas -dimitirá al finalizar la temporada- en la que parecía que las posiciones se habían acercado tanto que incluso había posicionamientos comunes, pero en la asamblea posterior de las propias peñas, Miguel Otero, el presidente, dejó claro que las diferencias seguían siendo enormes. Incluso llegó a tachar a Tino Fernández de mentiroso. El club no respondió, pues los dirigentes prefieren esperar a que concluya la temporada deportiva para centrarse ahora en lo importante "asegurar la permanencia del equipo", y tratar de resolver el conflicto social a partir del 24 de mayo. Para entonces es posible que incluso la Federación de Peñas ya tenga un nuevo presidente.
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