La violencia no es solo una cuestión del fútbol, ahora ha llegada al parqué. En un encuentro de la Segunda división del futsal en Argentina un grupo de al menos 50 ultras de Chacarita atacaron salvajemente a golpes a los aficionados de Nueva Chicago dejando un saldo de varios heridos de gravedad.
Todo comenzó en el Club Las Heras cuando faltando poco más de un minuto para el final de la primera mitad, con Chacarita ganando por 1-0 se desencadenaron los hechos. Fue entonces cuando los ultras irrumpieron en el gimnasio y, sin mediar palabra, atacaron a los jugadores y delegados de Nueva Chicago.
«Pudo haber sido una masacre. Fuimos salvajemente golpeados», ha declarado al diario Olé Ariel Porta, uno de los integrantes de la delegación de Chicago, quien debió ser trasladado al hospital. «No nos mataron porque no quisieron. Estaba todo dado para que lo hicieran. Imaginate que salieron por la puerta principal del club y sin que absolutamente nadie los detuviera», ha agregado.
«Entraron directamente a pegarnos. Además me robaron la billetera y las llaves del coche. Pero no sólo a mí, todos la pasamos muy mal», ha declarado luego del escándalo el entrenador visitante, Pablo Cialdella.
Por su parte el vicepresidente de Chicago, Rodolfo Block ha afirmado que había solo dos policías para cuidar a los árbitros. Además desde Nueva Chicago han asegurado que el ataque ha sido premeditado, y cuentan que antes de que interrumpieran el partido ya había unos 25 ultras en las gradas, que se sumaron a los 30 que se metieron luego, con los rostros tapados.
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