El Rayo Vallecano ha vivido grandes cambios esta semana con la destitución de Míchel y el regreso de Paco Jémez como entrenador del equipo. Una decisión tomada después de que los de Vallecas cayeran 3-1 ante el Villarreal y cuando ocupan el penúltimo lugar en la clasificación de Liga. Sin embargo, la gestión del club no ha gustado a un sector de la afición.
El miércoles, coincidiendo con la presentación de Jémez, siete peñas rayistas lanzaron un comunicado en el que criticaron tanto la decisión de destituir a Míchel como la vuelta de Jémez al banquillo. Las peñas son en concreto: Discapacitados, Malavida, Franka Vallekana, La Franja de Loeches, Ascenso, Bukaneros y Beodos.
“Así nos sentimos las peñas y grupos que firmamos este comunicado, a lo largo de los últimos días vemos como decisión tras decisión de la junta directiva, el Rayo Vallecano pierde esa esencia que tanto engancha y nos convertimos en un club más, sin identidad propia.
Durante la mañana de ayer, despedíamos a las únicas personas que mantenían viva la llama del rayismo en la estructura profesional del club, lo tuvimos que hacer fuera de la Ciudad Deportiva, esa que se supone que es la casa de todos los rayistas, pero donde los aficionados ya no podemos ver entrenar a nuestro equipo, y ayer, tampoco presenciar la despedida de nuestro míster y su cuerpo técnico.
Míchel se marcha pudiendo mirar con la cabeza bien alta al rayismo, principalmente porque es parte de él, porque no olvidamos a la persona que nos llevó a ser campeones por primera vez en nuestra historia, ni mucho menos, a quién aceptó sentarse en el banquillo de nuestro equipo cuando vinieron mal dadas, cuando caminábamos hacia 2ªB.
La lealtad y la gratitud forman parte de esos valores rayistas que un día nos inculcaron, y una vez más demostramos que a diferencia de mucha gente dentro de nuestro club, tenemos memoria.
La misma memoria, que ahora nos hace mirar con desagrado a la persona que va a ocupar nuestro banquillo, y no lo hacemos por su currículum deportivo, con tres descensos de los últimos tres clubes que ha entrenado en nuestra liga, sino por sus meteduras de pata y faltas de respeto hacia la masa social del Rayo Vallecano.
Porque al contrario de lo que esta persona afirmó, nosotros no queremos mercenarios y sí le damos importancia a los sentimientos en el campo, porque para el aficionado del Rayo Vallecano es tan importante o más que el resultado de un partido, poder verse representado en su equipo.
Tampoco olvidamos el final de su anterior etapa como entrenador de nuestro equipo y recuperamos otra de sus frases célebres “prefiero bajar a segunda con la cabeza alta que salvarme con las orejas agachadas”, por si no lo recuerda, dijo esto en referencia a las sospechas de amaños del Granada, rival durante esa temporada por el descenso, al que incluso se le abrieron investigaciones por posible amaño de partidos. Finalizamos este comunicado, recordando que quien se fue a Segunda con la cabeza alta fue la afición del Rayo mientras él prefirió abandonar el barco.”
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