Es una obligación por parte del mundo del fútbol rechazar cualquier tipo de violencia, pero cuando esta, además, se da entre aficionados de un mismo equipo carece de sentido.
Con permiso especial para ver a Belgrano en La Fortaleza en la vuelta de la Copa de la Superliga, hasta 2.000 aficionados 'celestes' asistieron en el estadio de Lanús para ver la eliminación de su equipo.
Un hecho que causó revuelo en la tribuna visitante y acabó propiciando una pelea entre aficionados del conjunto cordobés, siendo necesaria la intervención policial.
Una escena que agrava aún más la mala racha deportiva de Belgrano en las últimas fechas, que descendieron recientemente a la Primera B Nacional.
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