Deseamos hacer público el malestar que ha ocasionado en el seno del Club Atlético Gimnasia y Esgrima un hecho vandálico que afectó a sus instalaciones en la noche del lunes 30 de marzo.
A la finalización del partido disputado por el Club Huracán Las Heras en el estadio Malvinas Argentinas, un grupo de inadaptados identificados con los colores de esa institución provocó destrozos en la Secretaría de nuestro club e intentó ingresar valiéndose de barretas y otros elementos.
Con la puerta abierta y a punto de entrar se dispersaron y no lograron cometer sus fechorías gracias al rápido accionar de un móvil policial que se encontraba por las inmediaciones.
De no haber contado con la ayuda de los uniformados hoy estaríamos lamentando la pérdida de una parte importante del patrimonio institucional e histórico como documentación, trofeos, computadoras y demás elementos que se encuentran en las oficinas.
Pero el hecho más grave sucedió unos metros más adelante. No conformes con romper las luminarias que bordean nuestro estadio con piedras de todo tamaño, muchas de las cuales fueron encontradas en la vereda, en medio de gritos e insultos arrojaron elementos contundentes hacia la vivienda del utilero del club, lo que produjo momentos de gran tensión y nerviosismo en su familia.
Felizmente los hechos culminaron sin tener que lamentar agresiones físicas y sólo habrá que reparar daños materiales.
Lamentablemente algunos no entienden que la rivalidad deportiva termina en una cancha de futbol o se traslada al café o al trabajo donde la "cargada" al adversario forma parte del folklore pero dentro de un marco de armonía y de convivencia.
Esperamos que hechos como estos no se repitan para bien del deporte y la sociedad.
A la finalización del partido disputado por el Club Huracán Las Heras en el estadio Malvinas Argentinas, un grupo de inadaptados identificados con los colores de esa institución provocó destrozos en la Secretaría de nuestro club e intentó ingresar valiéndose de barretas y otros elementos.
Con la puerta abierta y a punto de entrar se dispersaron y no lograron cometer sus fechorías gracias al rápido accionar de un móvil policial que se encontraba por las inmediaciones.
De no haber contado con la ayuda de los uniformados hoy estaríamos lamentando la pérdida de una parte importante del patrimonio institucional e histórico como documentación, trofeos, computadoras y demás elementos que se encuentran en las oficinas.
Pero el hecho más grave sucedió unos metros más adelante. No conformes con romper las luminarias que bordean nuestro estadio con piedras de todo tamaño, muchas de las cuales fueron encontradas en la vereda, en medio de gritos e insultos arrojaron elementos contundentes hacia la vivienda del utilero del club, lo que produjo momentos de gran tensión y nerviosismo en su familia.
Felizmente los hechos culminaron sin tener que lamentar agresiones físicas y sólo habrá que reparar daños materiales.
Lamentablemente algunos no entienden que la rivalidad deportiva termina en una cancha de futbol o se traslada al café o al trabajo donde la "cargada" al adversario forma parte del folklore pero dentro de un marco de armonía y de convivencia.
Esperamos que hechos como estos no se repitan para bien del deporte y la sociedad.
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