El Athletic va a hacer lo posible porque el Frente Atlético, grupo ultra, no acceda el sábado (22.00 horas, La Sexta) a San Mamés en el partido que los rojiblancos disputan ante el Atlético de Madrid. Según las informaciones que circulan por Ibaigane alrededor de un centenar de hinchas de esta organización disponen de entradas para el encuentro. La junta rojiblanca estudia no dejarles acceder.
En la memoria está fresco el recuerdo de lo sucedido la pasada campaña, cuando cien de estos hinchas del Atlético llegaron a San Mamés en el último partido de Liga. Se colocaron en uno de los vídeomarcadores y desde allí se enfrentaron en el lanzamiento de objetos a otro grupo ultra, Herri Norte, situado debajo de ellos.
Entonces, el Athletic alegó que el Frente Atlético disponía de entradas pese a que existía un compromiso con su club de que no se les facilitaran y responsabilizó a la Ertzaintza de permitir su acceso al recinto. Ahora se sospecha que el Atlético volverá a ceder entradas a sus radicales, a quienes ya permitió el lunes acceder a un entrenamiento a puerta cerrada y hablar con los jugadores.
"Buena fe"
Fernando García Macua recordó el lunes, tras la asamblea de compromisarios, que la pasada campaña el consejo de administración del Atlético de Madrid "faltó un poco a la buena fe que debe presidir en las relaciones entre los clubes y más cuando existía un compromiso de no entregar entradas a determinados grupos. Hubo un claro incumplimiento de lo hablado. Para que tuvieran entradas tendría que darse la absoluta y total garantía de que no se producirán actuaciones indeseables como las de la pasada temporada".
García Macua exigió "responsabilidad" para evitar incidentes desagradables y advirtió rotundo a los ultras del Atlético: "Tener una entrada no quiere decir que vayas a ver el partido. Sólo basta con mirar el dorso de la entrada y leer la letra pequeña". Y en lo que se puede interpretar como un aviso al Departamento de Interior, concluyó: “Si cada autoridad cumple con su responsabilidad, no tienen por qué acceder al estadio".
En la memoria está fresco el recuerdo de lo sucedido la pasada campaña, cuando cien de estos hinchas del Atlético llegaron a San Mamés en el último partido de Liga. Se colocaron en uno de los vídeomarcadores y desde allí se enfrentaron en el lanzamiento de objetos a otro grupo ultra, Herri Norte, situado debajo de ellos.
Entonces, el Athletic alegó que el Frente Atlético disponía de entradas pese a que existía un compromiso con su club de que no se les facilitaran y responsabilizó a la Ertzaintza de permitir su acceso al recinto. Ahora se sospecha que el Atlético volverá a ceder entradas a sus radicales, a quienes ya permitió el lunes acceder a un entrenamiento a puerta cerrada y hablar con los jugadores.
"Buena fe"
Fernando García Macua recordó el lunes, tras la asamblea de compromisarios, que la pasada campaña el consejo de administración del Atlético de Madrid "faltó un poco a la buena fe que debe presidir en las relaciones entre los clubes y más cuando existía un compromiso de no entregar entradas a determinados grupos. Hubo un claro incumplimiento de lo hablado. Para que tuvieran entradas tendría que darse la absoluta y total garantía de que no se producirán actuaciones indeseables como las de la pasada temporada".
García Macua exigió "responsabilidad" para evitar incidentes desagradables y advirtió rotundo a los ultras del Atlético: "Tener una entrada no quiere decir que vayas a ver el partido. Sólo basta con mirar el dorso de la entrada y leer la letra pequeña". Y en lo que se puede interpretar como un aviso al Departamento de Interior, concluyó: “Si cada autoridad cumple con su responsabilidad, no tienen por qué acceder al estadio".
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