La denuncia presentada por el máximo accionista del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, contra un grupo de 23 seguidores béticos, que se manifestaron a las puertas de su domicilio el pasado 23 de diciembre de 2008, quedó vista para sentencia en los juzgados de Sevilla.
Como se recordará, durante la última temporada algunos aficionados del Betis se reunieron cada miércoles, junto al edificio donde vive y tiene sus oficinas profesionales Lopera, para entonar canciones y más concretamente, en el día antes indicado, unos villancicos de carácter irónico en los que protestaban sobre la situación de club, además de gritar consignas en favor de la democratización del club.
Lopera -que estuvo representado en este juicio por Manuel Castaño, abogado y miembro de los servicios jurídicos del Betis-, que testificó hoy, al igual que los acusados en la vista, llamó a la Policía, que procedió a identificar a los allí reunidos. Todo ello dio origen a una denuncia por amenazas, coacciones e insultos que ha derivado en este juicio de faltas.
El mandatario aportó también como testigo a uno de sus escoltas personales, y reconoció a los denunciados presentes en la sala, aunque algunos de ellos negaron haber participado en lo sucedido. Así, el ex presidente del Betis recordó como entre agosto 2008 y agosto 2009, estuvieron ante su casa pronunciando improperios e insultos, hasta el punto de atemorizarle tanto a él como a su familia y obligarle a estar "antes de las cinco de la tarde" en su hogar cada día, en que se producían tales manifestaciones.
Por su parte, los denunciados, alegaron que en ningún momento hubo violencia ni insultos, aunque sí cánticos de tono pacífico. Igualmente, desde la defensa se precisó que la denuncia de Lopera podría responder a que algunos de ellos se han personado, a su vez, en la demanda por presunto delito societario contra el propio dirigente, presentado el juzgado de instrucción número 6 de la capital hispalense.
Cabe destacar que, en el careo con los acusados, Lopera les llegó a recriminar su actitud. "Cómo iba a cantar villancicos si me querían matar", refirió el máximo dirigente verdiblanco.
Finalmente, la acusación retiró los cargos para ocho de los denunciados, al no estar registrados en el atestado policial, que se levantó el día de autos en el lugar donde se produjeron los hechos, y solicitó para los 15 restantes una multa 15 días a razón de 20 euros por día, incluyendo en dicha petición a uno de los abogados de la defensa, Cayetano Rodríguez de la Borbolla.
Para ello, la acusación se apoya en el contenido del artículo 620.2 del Código Penal, que atañe a los que causen a otro "una amenaza, coacción, injuria o vejación injusta de carácter leve, salvo que el hecho sea constitutivo de delito".
Como se recordará, durante la última temporada algunos aficionados del Betis se reunieron cada miércoles, junto al edificio donde vive y tiene sus oficinas profesionales Lopera, para entonar canciones y más concretamente, en el día antes indicado, unos villancicos de carácter irónico en los que protestaban sobre la situación de club, además de gritar consignas en favor de la democratización del club.
Lopera -que estuvo representado en este juicio por Manuel Castaño, abogado y miembro de los servicios jurídicos del Betis-, que testificó hoy, al igual que los acusados en la vista, llamó a la Policía, que procedió a identificar a los allí reunidos. Todo ello dio origen a una denuncia por amenazas, coacciones e insultos que ha derivado en este juicio de faltas.
El mandatario aportó también como testigo a uno de sus escoltas personales, y reconoció a los denunciados presentes en la sala, aunque algunos de ellos negaron haber participado en lo sucedido. Así, el ex presidente del Betis recordó como entre agosto 2008 y agosto 2009, estuvieron ante su casa pronunciando improperios e insultos, hasta el punto de atemorizarle tanto a él como a su familia y obligarle a estar "antes de las cinco de la tarde" en su hogar cada día, en que se producían tales manifestaciones.
Por su parte, los denunciados, alegaron que en ningún momento hubo violencia ni insultos, aunque sí cánticos de tono pacífico. Igualmente, desde la defensa se precisó que la denuncia de Lopera podría responder a que algunos de ellos se han personado, a su vez, en la demanda por presunto delito societario contra el propio dirigente, presentado el juzgado de instrucción número 6 de la capital hispalense.
Cabe destacar que, en el careo con los acusados, Lopera les llegó a recriminar su actitud. "Cómo iba a cantar villancicos si me querían matar", refirió el máximo dirigente verdiblanco.
Finalmente, la acusación retiró los cargos para ocho de los denunciados, al no estar registrados en el atestado policial, que se levantó el día de autos en el lugar donde se produjeron los hechos, y solicitó para los 15 restantes una multa 15 días a razón de 20 euros por día, incluyendo en dicha petición a uno de los abogados de la defensa, Cayetano Rodríguez de la Borbolla.
Para ello, la acusación se apoya en el contenido del artículo 620.2 del Código Penal, que atañe a los que causen a otro "una amenaza, coacción, injuria o vejación injusta de carácter leve, salvo que el hecho sea constitutivo de delito".
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