Miles de egipcios y de argelinos llegaban el martes a la capital sudanesa para asistir al decisivo partido clasificatorio al Mundial-2010 entre los dos países árabes, en medio de una gran tensión entre hinchas de ambos bandos después de los actos de violencia del fin de semana.
Un viento argelino empezaba a soplar sobre Jartum, donde se podía ver la bandera verde y blanca con una media luna y una estrella roja en muchos automóviles de la capital, mientras los seguidores seguían llegando por centenares al aeropuerto.
"Estoy casado y tengo dos hijos, dejé a mis hijos y a mi mujer en casa, lo dejé todo y me vine", contaba Adel, con un cono por sombrero de los colores de Argelia, al igual que toda su indumentaria.
"Hay seguidores que han venido sin absolutamente nada. Estaban en la calle, oyeron la noticia de que había vuelos y fueron al aeropuerto para venir a Sudán. Había gente que venía en chanclas", contaba Ifticen Ahmed, un periodista argelino que también viajó a Sudán.
Las autoridades argelinas fletaron aviones con billetes rebajados para que los hinchas de los 'Verdes' pudieran acudir al partido de desempate de los 'Faraones' egipcios el miércoles en Omdurman, muy cerca de Jartum, en la orilla occidental del Nilo.
"Esperamos 48 aviones de Argelia y 18 de Egipto", a los que se sumarán unos 2.000 egipcios que viajarán en autocar hasta la capital sudanesa, declaró el gobernador de Jartum, Abdel Rahman al Jidr. Además, miles de egipcios trabajan en Jartum y no tendrán que viajar para acudir a ese partido de alta tensión.
La capital sudanesa no es escenario de semejante cita futbolística desde la Copa de Africa de Naciones (CAN) en 1970, que además fue la única ocasión en que Sudán ganó el gran campeonato continental, y no está acostumbrada a grandes eventos internacionales.
Los hoteles de la capital estaban completos y las autoridades habilitaron dos instalaciones para albergar a los hinchas, uno por cada bando y distantes varios kilómetros.
Quieren separar lo máximo posible a los seguidores para evitar otra serie de actos violentos después de los que se desataron en Egipto, Argelia y Francia estos últimos días.
El 12 de noviembre, el autocar de la selección argelina fue apedreado a su llegada a El Cairo y unos hinchas argelinos fueron heridos tras la victoria del sábado por 2 a 0 de los 'Faraones' ante los 'Fennecs'.
En Argel, una agencia de Egypt Air fue saqueada el lunes, así como una sucursal de Orascom Telecom Algérie.
"Pegaron a nuestras mujeres y a nuestros hombres en Egipto. Estamos listos para responder si nos hacen algo. No queremos pelearnos, queremos un partido limpio pero, si nos buscan, defenderemos nuestra bandera", prometió Shakib, un egipcio que viajó desde Abu Dhabi para el encuentro.
Unos 15.000 policías están listos para intervenir en caso de disturbios antes, durante y después del partido, aseguró el gobernador de Jartum.
El estadio Al Merreij de Omdurman tiene capacidad para 41.000 espectadores pero el aforo se limitará a 35.000 personas por motivos de seguridad. Unas 9.000 localidades, situadas a ambos extremos del estadio, estarán reservadas para los seguidores de cada equipo.
"El partido ha alcanzado tal magnitud que, sinceramente, las cosas degenerarán si (los hinchas de ambos equipos) se encuentran frente a frente en el estadio o en la calle", teme Ahmed.
Un viento argelino empezaba a soplar sobre Jartum, donde se podía ver la bandera verde y blanca con una media luna y una estrella roja en muchos automóviles de la capital, mientras los seguidores seguían llegando por centenares al aeropuerto.
"Estoy casado y tengo dos hijos, dejé a mis hijos y a mi mujer en casa, lo dejé todo y me vine", contaba Adel, con un cono por sombrero de los colores de Argelia, al igual que toda su indumentaria.
"Hay seguidores que han venido sin absolutamente nada. Estaban en la calle, oyeron la noticia de que había vuelos y fueron al aeropuerto para venir a Sudán. Había gente que venía en chanclas", contaba Ifticen Ahmed, un periodista argelino que también viajó a Sudán.
Las autoridades argelinas fletaron aviones con billetes rebajados para que los hinchas de los 'Verdes' pudieran acudir al partido de desempate de los 'Faraones' egipcios el miércoles en Omdurman, muy cerca de Jartum, en la orilla occidental del Nilo.
"Esperamos 48 aviones de Argelia y 18 de Egipto", a los que se sumarán unos 2.000 egipcios que viajarán en autocar hasta la capital sudanesa, declaró el gobernador de Jartum, Abdel Rahman al Jidr. Además, miles de egipcios trabajan en Jartum y no tendrán que viajar para acudir a ese partido de alta tensión.
La capital sudanesa no es escenario de semejante cita futbolística desde la Copa de Africa de Naciones (CAN) en 1970, que además fue la única ocasión en que Sudán ganó el gran campeonato continental, y no está acostumbrada a grandes eventos internacionales.
Los hoteles de la capital estaban completos y las autoridades habilitaron dos instalaciones para albergar a los hinchas, uno por cada bando y distantes varios kilómetros.
Quieren separar lo máximo posible a los seguidores para evitar otra serie de actos violentos después de los que se desataron en Egipto, Argelia y Francia estos últimos días.
El 12 de noviembre, el autocar de la selección argelina fue apedreado a su llegada a El Cairo y unos hinchas argelinos fueron heridos tras la victoria del sábado por 2 a 0 de los 'Faraones' ante los 'Fennecs'.
En Argel, una agencia de Egypt Air fue saqueada el lunes, así como una sucursal de Orascom Telecom Algérie.
"Pegaron a nuestras mujeres y a nuestros hombres en Egipto. Estamos listos para responder si nos hacen algo. No queremos pelearnos, queremos un partido limpio pero, si nos buscan, defenderemos nuestra bandera", prometió Shakib, un egipcio que viajó desde Abu Dhabi para el encuentro.
Unos 15.000 policías están listos para intervenir en caso de disturbios antes, durante y después del partido, aseguró el gobernador de Jartum.
El estadio Al Merreij de Omdurman tiene capacidad para 41.000 espectadores pero el aforo se limitará a 35.000 personas por motivos de seguridad. Unas 9.000 localidades, situadas a ambos extremos del estadio, estarán reservadas para los seguidores de cada equipo.
"El partido ha alcanzado tal magnitud que, sinceramente, las cosas degenerarán si (los hinchas de ambos equipos) se encuentran frente a frente en el estadio o en la calle", teme Ahmed.
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