El Vicente Calderón será el próximo sábado el escenario del Atlético de Madrid-Sevilla, un duelo de máxima rivalidad en los últimos años, sobre todo desde el curso 2000-01, con polémicas declaraciones e incluso la suspensión temporal de un encuentro en 2006 por el lanzamiento de objetos al terreno de juego.
Ya han pasado 74 años y 130 choques desde su primer encuentro en Primera División, resuelto con victoria andaluza por 4-0. Desde entonces, 49 triunfos del Atlético, 40 del Sevilla y 41 empates, con 196 goles rojiblancos y 186 tantos hispalenses.
En la memoria de esos partidos, un penalti fallado por Chacho, del Atlético, en la última jornada de 1935-36, el 19 de abril de 1936, en la que el equipo madrileño cedió por 2-3 en el estadio Metropolitano, una derrota que significó su descenso a Segunda División, aunque no se consumó por el comienzo de la Guerra Civil.
Pero ha sido la última década la que ha acentuado la rivalidad entre ambos, sobre todo desde la temporada 2000-01, cuando los dos luchaban por el ascenso a Primera. Ese año, unas declaraciones de Joaquín Caparrós, por aquel entonces técnico del Sevilla, abrieron una polémica ya casi continua en cada partido entre ellos.
"El Atlético es un candidato fijo al ascenso, por lo tanto quedan dos puestos. Y es así de rotundo. Tenemos que pelear por dos puestos para subir. Al Atlético lo doy fijo (como ascendido). ¿En qué me baso? En que la gente de fútbol y los profesionales sabemos cómo se mueve el mundo éste y no me hagan hablar más...", dijo Caparrós días después de la derrota por 2-0 ante el Atlético, en mayo de 2001.
"Los futbolistas del Sevilla demostraron la semana pasada (la anterior a ese encuentro) que son unos auténticos profesionales", afirmó por aquel entonces Caparrós, que se ratificó en esas declaraciones quince días después ante el requerimiento del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol.
Y el Atlético respondió en palabras de Jesús Gil, por aquel entonces presidente del club ("Alguien debería tomar medidas ante las barbaridades que estoy escuchando últimamente"), y en un comunicado oficial ("El club no admitirá insinuaciones o rumores infundados contra la institución o cualquiera de sus trabajadores").
Esa temporada, en la que el Sevilla ascendió a Primera División, junto a Tenerife y Betis, y en la que el Atlético permaneció en Segunda, no cerró la rivalidad entre ambos equipos, protagonistas de partidos calientes e intensos en muchos de sus enfrentamientos desde entonces en la máxima categoría.
Un encuentro entre ambos, el 23 de marzo de 2006, escandalizó al fútbol español. El lanzamiento de objetos en el Vicente Calderón, incluida una botella de whisky hacia el portero del Sevilla Andrés Palop, obligó a la suspensión temporal del partido en el minuto 77 y durante media hora, con 0-1 a favor del equipo andaluz.
En ese partido, el árbitro Miguel Ángel Ayza Gámez envió a ambos equipos a los vestuarios. Posteriormente, "cuando el Coordinador de Seguridad de la Policía garantizó que la situación estaba controlada", según escribió en el acta, reanudó el choque, que acabó con 0-1 y tres expulsados en el Atlético: el colombiano Luis Amaranto Perea, el francés Peter Luccin y el búlgaro Martin Petrov.
"Nunca me había pasado una cosa así en un campo de fútbol. Cuando he visto que la botella de whisky pasaba al lado mío y además he recibido varios impactos cuando me acercaba a mi portería, he pensado que corría peligro mi integridad. El árbitro ha hecho bien al parar un poquito para calmar la situación", indicó Palop ese día.
El Atlético, a través de una nota pública, pidió disculpas al Sevilla por esos incidentes y adoptó una serie de medidas para impedir una situación parecida, entre ellas la instalación de una red en el fondo sur del Vicente Calderón, donde se sitúan los aficionados más radicales del club rojiblanco.
La intensa rivalidad continuó en las siguientes temporadas. En 2006-07, dos expulsiones del Sevilla en el estadio rojiblanco, con 0-1 a su favor, y dos goles del argentino Maxi Rodríguez en el tramo final para dar la victoria al Atlético (2-1) desataron nuevas protestas de la plantilla andaluza contra la actuación arbitral.
El siguiente capítulo, en la segunda vuelta de ese curso en el Ramón Sánchez Pizjuán, comenzó con el apedreamiento del autobús del equipo madrileño en las inmediaciones del estadio, donde el Atlético perdió, horas después, por 3-1 y también con polémica, por supuestas provocaciones de Andrés Palop a jugadores del conjunto rojiblanco.
Un gran partido en el Vicente Calderón, repleto de goles y con 4-3 a favor del Atlético; un triunfo madrileño por 1-2 en el Sánchez Pizjuán, con la expulsión de Maresca por agredir a 'Kun' Agüero, ambos en 2007-08; y dos victorias por la mínima del Sevilla en 2008-09 resumen los últimos cuatro duelos entre ambos equipos. EFE
Ya han pasado 74 años y 130 choques desde su primer encuentro en Primera División, resuelto con victoria andaluza por 4-0. Desde entonces, 49 triunfos del Atlético, 40 del Sevilla y 41 empates, con 196 goles rojiblancos y 186 tantos hispalenses.
En la memoria de esos partidos, un penalti fallado por Chacho, del Atlético, en la última jornada de 1935-36, el 19 de abril de 1936, en la que el equipo madrileño cedió por 2-3 en el estadio Metropolitano, una derrota que significó su descenso a Segunda División, aunque no se consumó por el comienzo de la Guerra Civil.
Pero ha sido la última década la que ha acentuado la rivalidad entre ambos, sobre todo desde la temporada 2000-01, cuando los dos luchaban por el ascenso a Primera. Ese año, unas declaraciones de Joaquín Caparrós, por aquel entonces técnico del Sevilla, abrieron una polémica ya casi continua en cada partido entre ellos.
"El Atlético es un candidato fijo al ascenso, por lo tanto quedan dos puestos. Y es así de rotundo. Tenemos que pelear por dos puestos para subir. Al Atlético lo doy fijo (como ascendido). ¿En qué me baso? En que la gente de fútbol y los profesionales sabemos cómo se mueve el mundo éste y no me hagan hablar más...", dijo Caparrós días después de la derrota por 2-0 ante el Atlético, en mayo de 2001.
"Los futbolistas del Sevilla demostraron la semana pasada (la anterior a ese encuentro) que son unos auténticos profesionales", afirmó por aquel entonces Caparrós, que se ratificó en esas declaraciones quince días después ante el requerimiento del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol.
Y el Atlético respondió en palabras de Jesús Gil, por aquel entonces presidente del club ("Alguien debería tomar medidas ante las barbaridades que estoy escuchando últimamente"), y en un comunicado oficial ("El club no admitirá insinuaciones o rumores infundados contra la institución o cualquiera de sus trabajadores").
Esa temporada, en la que el Sevilla ascendió a Primera División, junto a Tenerife y Betis, y en la que el Atlético permaneció en Segunda, no cerró la rivalidad entre ambos equipos, protagonistas de partidos calientes e intensos en muchos de sus enfrentamientos desde entonces en la máxima categoría.
Un encuentro entre ambos, el 23 de marzo de 2006, escandalizó al fútbol español. El lanzamiento de objetos en el Vicente Calderón, incluida una botella de whisky hacia el portero del Sevilla Andrés Palop, obligó a la suspensión temporal del partido en el minuto 77 y durante media hora, con 0-1 a favor del equipo andaluz.
En ese partido, el árbitro Miguel Ángel Ayza Gámez envió a ambos equipos a los vestuarios. Posteriormente, "cuando el Coordinador de Seguridad de la Policía garantizó que la situación estaba controlada", según escribió en el acta, reanudó el choque, que acabó con 0-1 y tres expulsados en el Atlético: el colombiano Luis Amaranto Perea, el francés Peter Luccin y el búlgaro Martin Petrov.
"Nunca me había pasado una cosa así en un campo de fútbol. Cuando he visto que la botella de whisky pasaba al lado mío y además he recibido varios impactos cuando me acercaba a mi portería, he pensado que corría peligro mi integridad. El árbitro ha hecho bien al parar un poquito para calmar la situación", indicó Palop ese día.
El Atlético, a través de una nota pública, pidió disculpas al Sevilla por esos incidentes y adoptó una serie de medidas para impedir una situación parecida, entre ellas la instalación de una red en el fondo sur del Vicente Calderón, donde se sitúan los aficionados más radicales del club rojiblanco.
La intensa rivalidad continuó en las siguientes temporadas. En 2006-07, dos expulsiones del Sevilla en el estadio rojiblanco, con 0-1 a su favor, y dos goles del argentino Maxi Rodríguez en el tramo final para dar la victoria al Atlético (2-1) desataron nuevas protestas de la plantilla andaluza contra la actuación arbitral.
El siguiente capítulo, en la segunda vuelta de ese curso en el Ramón Sánchez Pizjuán, comenzó con el apedreamiento del autobús del equipo madrileño en las inmediaciones del estadio, donde el Atlético perdió, horas después, por 3-1 y también con polémica, por supuestas provocaciones de Andrés Palop a jugadores del conjunto rojiblanco.
Un gran partido en el Vicente Calderón, repleto de goles y con 4-3 a favor del Atlético; un triunfo madrileño por 1-2 en el Sánchez Pizjuán, con la expulsión de Maresca por agredir a 'Kun' Agüero, ambos en 2007-08; y dos victorias por la mínima del Sevilla en 2008-09 resumen los últimos cuatro duelos entre ambos equipos. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario