Todavía en caliente, la estela de los graves incidentes ocurridos en las horas previas al encuentro Sporting-Sevilla, protagonizados por radicales de uno y otro equipo en el barrio de La Arena, motivó ayer una retahíla de explicaciones, interrogantes y anuncios de medidas represivas por parte de autoridades políticas y deportivas, mientras, paralelamente, la Policía Nacional ampliaba su investigación y detenía a diez nuevas personas.
La pelea, en la que se vieron involucradas más de un centenar de radicales y que sobresaltó a la ciudad y el mundo del fútbol, se ha saldado hasta el momento con doce detenciones, la mayor parte de aficionados del Sevilla -se hizo así para evitar que abandonaran la ciudad-, aunque en las próximas horas dicho número aumentará porque la Policía ya ha identificado nuevos aficionados sportinguistas implicados en el altercado, a los que se procederá a tomar declaración.
En la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del Hospital Central de Asturias permanece ingresado con pronóstico muy grave un seguidor del conjunto andaluz de 17 años, que responde a las siglas A. M. D., que fue trasladado de Gijón a Oviedo con una contusión en el ojo y pérdida de visión. Ayer fue intervenido de manera urgente también de un traumatismo craneal severo en el centro hospitalario ovetense.
El enfrentamiento, en este caso dialéctico, entre ambos grupos continuó durante todo la jornada de ayer en diversos foros de internet. Además, un teléfono móvil ayudó a destapar el lado oscuro del fútbol, el de la violencia sin sentido. El vídeo, colgado en youtube por un aficionado probablemente rojiblanco bajo el título 'Pelea Ultra Boys Vs. Biris Norte en Gijón', sacó a la luz un incidente que, al estallar fuera del estadio, queda en muchas ocasiones oculto al ojo público y a la respuesta policial y de los clubes.
Fue ayer uno de los vídeos con mayor número de reproducciones: más de 4.500. Y generó más de 130 comentarios, que mantuvieron la misma línea de insultos y acusaciones mutuas del día anterior.
El proceso de investigación aún se completará con nuevas actuaciones policiales, ya que el caso no está cerrado. El Sporting-Sevilla no fue un encuentro catalogado de máximo riesgo porque no había nada, ni en Sevilla ni en Gijón, que indicara el desplazamiento de seguidores sevillanos -lo hicieron en el último momento en vehículos particulares y furgonetas alquiladas-, pero sus aficiones son irreconciliables. La rojiblanca, de hecho, está hermanada con la del Betis.
Pero lo son, especialmente, por motivos políticos: la del Sporting es de extrema derecha y la del Sevilla, de izquierda. La relación entre ambas hinchadas, de hecho, ha sido muy tensa en los últimos años. Ideológicamente contrarias, su rivalidad se ha visto acrecentada también por diversos 'favores'. Por ejemplo, aquel famoso partido en el Villamarín que acabó con triunfo del Sporting ante un Betis excesivamente relajado, que suponía el descenso matemático del Sevilla.
El enfrentamiento se encendió, previamente, en páginas web con amenazas e insultos y por cauces poco habituales, y explotó en un encuentro presumiblemente programado por las calles del barrio de La Arena. El 'arsenal' incautado -objetos contundentes, palos de madera, barras de acero, tornillos, cadenas metálicas, bengalas y numerosos paraguas con las puntas y varillas fracturas- dan prueba de ello.
A los doce detenidos, de los cuales la mayor parte ya se encuentra en libertad tras prestar declaración, se les considera responsables de los delitos de lesiones, daños y desorden público.
La pelea, en la que se vieron involucradas más de un centenar de radicales y que sobresaltó a la ciudad y el mundo del fútbol, se ha saldado hasta el momento con doce detenciones, la mayor parte de aficionados del Sevilla -se hizo así para evitar que abandonaran la ciudad-, aunque en las próximas horas dicho número aumentará porque la Policía ya ha identificado nuevos aficionados sportinguistas implicados en el altercado, a los que se procederá a tomar declaración.
En la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del Hospital Central de Asturias permanece ingresado con pronóstico muy grave un seguidor del conjunto andaluz de 17 años, que responde a las siglas A. M. D., que fue trasladado de Gijón a Oviedo con una contusión en el ojo y pérdida de visión. Ayer fue intervenido de manera urgente también de un traumatismo craneal severo en el centro hospitalario ovetense.
El enfrentamiento, en este caso dialéctico, entre ambos grupos continuó durante todo la jornada de ayer en diversos foros de internet. Además, un teléfono móvil ayudó a destapar el lado oscuro del fútbol, el de la violencia sin sentido. El vídeo, colgado en youtube por un aficionado probablemente rojiblanco bajo el título 'Pelea Ultra Boys Vs. Biris Norte en Gijón', sacó a la luz un incidente que, al estallar fuera del estadio, queda en muchas ocasiones oculto al ojo público y a la respuesta policial y de los clubes.
Fue ayer uno de los vídeos con mayor número de reproducciones: más de 4.500. Y generó más de 130 comentarios, que mantuvieron la misma línea de insultos y acusaciones mutuas del día anterior.
El proceso de investigación aún se completará con nuevas actuaciones policiales, ya que el caso no está cerrado. El Sporting-Sevilla no fue un encuentro catalogado de máximo riesgo porque no había nada, ni en Sevilla ni en Gijón, que indicara el desplazamiento de seguidores sevillanos -lo hicieron en el último momento en vehículos particulares y furgonetas alquiladas-, pero sus aficiones son irreconciliables. La rojiblanca, de hecho, está hermanada con la del Betis.
Pero lo son, especialmente, por motivos políticos: la del Sporting es de extrema derecha y la del Sevilla, de izquierda. La relación entre ambas hinchadas, de hecho, ha sido muy tensa en los últimos años. Ideológicamente contrarias, su rivalidad se ha visto acrecentada también por diversos 'favores'. Por ejemplo, aquel famoso partido en el Villamarín que acabó con triunfo del Sporting ante un Betis excesivamente relajado, que suponía el descenso matemático del Sevilla.
El enfrentamiento se encendió, previamente, en páginas web con amenazas e insultos y por cauces poco habituales, y explotó en un encuentro presumiblemente programado por las calles del barrio de La Arena. El 'arsenal' incautado -objetos contundentes, palos de madera, barras de acero, tornillos, cadenas metálicas, bengalas y numerosos paraguas con las puntas y varillas fracturas- dan prueba de ello.
A los doce detenidos, de los cuales la mayor parte ya se encuentra en libertad tras prestar declaración, se les considera responsables de los delitos de lesiones, daños y desorden público.
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