El joven sevillano Alexandro Merat, el más grave de los heridos del domingo, ya podía pasear ayer por los pasillos del Hospital Central. Los médicos le han dicho que en tres o cuatro días podrá irse a su casa. No quiere recordar lo que ocurrió, «sólo pasar página». Es su padre, Rafael Merat, quien recalca que el chico, de 17 años, «sólo salió del coche y se vio sorprendido por la avalancha». Era la primera vez que hacía un viaje largo con el Sevilla FC, para el que llevaba ahorrando «mucho tiempo». De hecho, eligió Asturias porque no había estado en la región y «porque nunca he visto la nieve». «He vuelto a nacer», destacaba ayer el joven. Su padre dice que hasta se le han quitado las ganas de ir al fútbol. «Es una pena que pasen estas cosas», añadió.
Tras haber sido ingresado inicialmente en Cabueñes, Alexandro fue trasladado el domingo por la noche a Oviedo para ser atendido en la UCI de un traumatismo craneoencefálico.
Tras haber sido ingresado inicialmente en Cabueñes, Alexandro fue trasladado el domingo por la noche a Oviedo para ser atendido en la UCI de un traumatismo craneoencefálico.
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