El último episodio que protagonizaron los ‘Ultras’ del Sevilla y del Sporting el pasado domingo en Gijón, que terminó con un saldo de 12 detenidos, diez de ellos del conjunto andaluz y dos del asturiano, y con un herido grave que aún sigue hospitalizado, no ha pasado desapercibido para la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el deporte, organismo que ayer se reunió e hizo un balance de la primera parte del año, el cual calificó de “preocupante”.
Los lamentables incidentes que se están propiciando en las últimas semanas dentro y fuera de los estadios son alarmantes. Desde la pedrada a Pellegrini en el Calderón, al bocadillo que impactó en la cara de un árbitro en el Osasuna-Valencia, hasta la batalla de ‘ultras’ en Gijón. La violencia en el fútbol ha crecido y eso es un claro síntoma de relajación. Por eso, Antiviolencia ha hecho hincapié en que hay una tendencia a la proliferación de grupos organizados violentos con fines de apoyar a ciertos clubes del balompié español.
Tampoco es una novedad, pero eso se está reflejando con mayor frecuencia en el fútbol y está rebasando los límites de la cordura. Por ejemplo. El Comité de Disciplina Deportiva de RFEF no abrió ningún expediente sobre dichos acontecimientos fuera de El Molinón debido a que en el acta no se reflejó ningún incidente, según pudo saber El Confidencial.
No obstante, tras la reunión, Antiviolencia acordó dirigirse a la Liga para solicitar que se intensifique la colaboración con los coordinadores de seguridad. Asimismo, la Comisión, a través de la Federación, pedirá a los árbitros que no bajan el dedo del renglón y continúen desarrollando su labor como lo han hecho hasta ahora.
Y es que Antiviolencia ha notado también un aumento de actos provocadores en los partidos. Cada vez son más los gritos, exhibiciones, cánticos racistas, xenófobos e intolerantes en los estadios, en los campos, en los estadios y fuera de ellos.
El Sevilla no hará ninguna valoración sobre los actos en Gijón
El seguidor sevillista, que sigue hospitalizado después de que le cortaran un trozo de cráneo, le pusieran 40 puntos de sutura y que aún continúa recuperándose de un coágulo en el cerebro, calificó de “muy fuerte” que el Sevilla no se haya puesto en contacto con él para conocer su estado de salud. Sin embargo, el conjunto andaluz ha confirmado a El Confidencial que no tiene pensado “hacer ninguna valoración respecto a incidentes que no han tenido lugar en recintos deportivos por el momento”.
El aficionado del conjunto de Nervión de 17 años ha asegurado que a pesar de la paliza recibida, seguirá viajando para ver a su equipo. “Habría podido pasar en la calle dando una vuelta”. Sea como fuere, lo cierto es que estos ldeplarables y penosos actos siguen pasando ‘desapercibidos’, como si fuera algo habitual en el fútbol. Incluso peor. Da la sensación de que algunos clubes se han acostumbrado a vivir con la violencia en sus estadios y por tanto no consideran que sea de mayor relevancia erradicar a estos ‘pseudoaficionados’, permitiéndoles, en algunas ocasiones, hasta hablar con sus jugadores y cuerpo técnico.
Los lamentables incidentes que se están propiciando en las últimas semanas dentro y fuera de los estadios son alarmantes. Desde la pedrada a Pellegrini en el Calderón, al bocadillo que impactó en la cara de un árbitro en el Osasuna-Valencia, hasta la batalla de ‘ultras’ en Gijón. La violencia en el fútbol ha crecido y eso es un claro síntoma de relajación. Por eso, Antiviolencia ha hecho hincapié en que hay una tendencia a la proliferación de grupos organizados violentos con fines de apoyar a ciertos clubes del balompié español.
Tampoco es una novedad, pero eso se está reflejando con mayor frecuencia en el fútbol y está rebasando los límites de la cordura. Por ejemplo. El Comité de Disciplina Deportiva de RFEF no abrió ningún expediente sobre dichos acontecimientos fuera de El Molinón debido a que en el acta no se reflejó ningún incidente, según pudo saber El Confidencial.
No obstante, tras la reunión, Antiviolencia acordó dirigirse a la Liga para solicitar que se intensifique la colaboración con los coordinadores de seguridad. Asimismo, la Comisión, a través de la Federación, pedirá a los árbitros que no bajan el dedo del renglón y continúen desarrollando su labor como lo han hecho hasta ahora.
Y es que Antiviolencia ha notado también un aumento de actos provocadores en los partidos. Cada vez son más los gritos, exhibiciones, cánticos racistas, xenófobos e intolerantes en los estadios, en los campos, en los estadios y fuera de ellos.
El Sevilla no hará ninguna valoración sobre los actos en Gijón
El seguidor sevillista, que sigue hospitalizado después de que le cortaran un trozo de cráneo, le pusieran 40 puntos de sutura y que aún continúa recuperándose de un coágulo en el cerebro, calificó de “muy fuerte” que el Sevilla no se haya puesto en contacto con él para conocer su estado de salud. Sin embargo, el conjunto andaluz ha confirmado a El Confidencial que no tiene pensado “hacer ninguna valoración respecto a incidentes que no han tenido lugar en recintos deportivos por el momento”.
El aficionado del conjunto de Nervión de 17 años ha asegurado que a pesar de la paliza recibida, seguirá viajando para ver a su equipo. “Habría podido pasar en la calle dando una vuelta”. Sea como fuere, lo cierto es que estos ldeplarables y penosos actos siguen pasando ‘desapercibidos’, como si fuera algo habitual en el fútbol. Incluso peor. Da la sensación de que algunos clubes se han acostumbrado a vivir con la violencia en sus estadios y por tanto no consideran que sea de mayor relevancia erradicar a estos ‘pseudoaficionados’, permitiéndoles, en algunas ocasiones, hasta hablar con sus jugadores y cuerpo técnico.
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