Supertifo renace, no sólo a cuanto al fondo sino también en la forma. Y lo hace con un verdadero reparto más de este periódico que nació y que en unas décadas se convertiría en historia.
Los sentimientos, las emociones son las que querían volver, dando un paso atrás en el tiempo, no sólo en contenido, sino también en cuanto al fondo.
Algunos de ustedes, cuando lo tengan en las manos el nuevo Supertifo podrán sentir una emoción particular, una sensación de dejavu. Queríamos tomar la misma manera de los años ochenta, la misma impresión, así como los mismos ideales y el mismo espíritu.
Así como fue el caso de una selección de foto de la portada: en primer lugar una vieja fotografía en blanco y negro, símbolo del pasado mientras que el otro, la imagen simbólica de un estadio vacío, el paradigma de lo que podría pasar si las cosas no cambian.
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