Los Mossos d'Esquadra han dado por definitivamente cerrado el conocido como 'caso Stroika' con una nueva detención vinculada al ataque que un grupo de neonazis ejecutó el 23 de marzo de 2012 en Manresa (Barcelona). Ese día, y horas antes de que se celebrara un concierto de música antifascista en la sala Stroika, un grupo de 18 personas arremetió de forma organizada contra cuatro de los asistentes que esperaban a sus puertas. Uno de ellos, un menor de 16 años, acabó ingresado en coma mientras que los otros tres resultaron heridos.
Diez de los 17 arrestados por esa 'cacería' fueron condenados en junio por la Audiencia de Barcelona por intento de homicidio a penas de entre los 16 y los 19 años de cárcel. Los Mossos, sin embargo, seguían buscando a un último implicado. El miércoles cerraron el círculo en torno a él, arrestándole en La Canonja (Tarragona).
El detenido estaría vinculado, como el resto, con el grupúsculo organizado y jerarquizado conocido como 'Cusos', surgido del entorno de los grupos ultras de fútbol Ultras Sur y Brigadas Blanquiazules.
Su detención sólo fue posible gracias a una investigación paralela llevada a cabo por la División de Investigación Criminal (DIC) que se saldó el pasado julio con la detención de otros cuatro neonazis en localidades de Tarragona y en Terrassa (Barcelona).
Acusados de secuestro y extorsión, los cuatro arrestados querían lograr de una de sus víctimas fondos para, precisamente, pagar la a los abogados de 10 de los 17 arrestados por el 'caso Stroika'. La investigación, además de permitir su arresto, también ofreció pistas sobre el paradero del decimoctavo agresor..
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