“Va a haber que sufrir en la vuelta, pero nosotros tenemos el Calderón, creo”. Esta fue la frase que Diego Pablo Simeone pronunció en la misma sala de Prensa del Philips Stadium, después de que el Atlético hubiese empatado sin goles ante el PSV Eindhoven en la ida de los octavos de final de la Champions.
Mañana, se resuelve la eliminatoria en el Manzanares. Y la llamada del Cholo tendrá la respuesta que merece. Ya quedan menos de 500 entradas a la venta para el encuentro, lo que hace indicar que durante el día de hoy y mañana se colgará el cartel de ‘no hay billetes’. O lo que es lo mismo, el Calderón estará a reventar. Será una olla a presión para recibir al PSV que, por primera vez, sabrá lo que es jugar como visitante en el feudo madrileño.
Sí, el conjunto holandés ya jugó en 2008 en la ribera del Manzanares, pero ese día, el choque se disputó a puerta cerrada. La UEFA impuso esa sanción al Atlético después de los incidentes provocados por los ultras del Olympique de Marsella en su visita al Calderón, y ante el PSV se cumplió ese castigo. Hubo ambiente, pero fuera del estadio, donde miles de seguidores rojiblancos se concentraron para, desde ahí, empujar al Atlético, que se impuso por 2-1 en una de las noches más extrañas que se recuerdan por el Calderón, donde se oían los gritos de los jugadores, los golpeos del balón...
Nada que ver con lo que ocurrirá mañana. Los aficionados colchoneros esperan con ansias esta cita, la que puede colocar al equipo de Simeone entre los ocho mejores de Europa por tercera temporada consecutiva. Desde las redes sociales incluso se está llamando a la gente para que hoy por la tarde-noche se acuda al hotel de concentración del equipo para insuflar ánimos a los jugadores al lugar donde velarán armas para el encuentro.
Además, el club también se ha movido y está preparando un espectacular mosaico para recibir a los futbolistas cuando el martes salten al terreno de juego poco antes de las 20.45 horas. Se repartirán 40.000 cartulinas rojas y blancas y desde la entidad han pedido a los hinchas que acudan y entren con antelación al estadio para que, a las 20.30 horas, ya estén todos dentro y poder tener todo organizado.
En el Atlético esperan que la de mañana sea una de esas noches mágicas, como la de Champions ante el Barcelona, donde se vivió una increíble atmósfera en la ribera del Manzanares. La afición colchonera quiere marcar el primer gol del equipo de Simeone en el intento del Atlético de alcanzar los cuartos de final de la Champions League. El PSV sabrá cómo vive el fútbol el Calderón
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