La violencia se está adueñando poco a poco del fútbol en Escocia. Los incidentes del último 'Old Firm' se han vuelto a repetir. Los aficionados están fuera de control, y cada vez se registran más incidentes con los jugadores.
Ya no es que los futbolistas pierdan los estribos en alguna ocasión, como ocurrió en el 'Old Firm' de hace unos días. Los incidentes entre aficionados y sobre el césped evidencian un grave problema que debería preocupar seriamente al fútbol escocés.
Este pasado fin de semana, más de lo mismo. Durante el Motherwell-Rangers, un energúmeno arrojó un mechero al terreno de juego que, por fortuna, no impactó en ningún jugador.
Poco después, otro mal llamado aficionado al fútbol arrojó un pastel de carne (tal cual), al capitán del Rangers, James Tavernier, cuando este se disponía a sacar de esquina.
Gerrard, entrenador del Rangers, condenó con dureza los hechos. "Es algo triste que pasa en esta liga, hay muchas cosas que están sucediendo. Muchas otras cosas tristes que están sucediendo en el fútbol mundial también", dijo, tras el partido.
"Parece que estamos tratando de enviar mensajes cada vez que hablamos con los medios de comunicación, lo cual es una pena. Es peligroso para los jugadores cuando se arrojan objetos al campo, ya sea un encendedor o lo que sea. Hay que parar esto", añadió.
Pero no fueron los únicos incidentes registrados. En el Hearts-Hibernian, el otro gran derbi del fútbol escocés, el de su capital, Edimburgo, también hubo un conato de agresión a un jugador.
El humo de las bengalas retrasó el comienzo del duelo, y luego alguien lanzó desde la grada un coco que, una vez más por suerte, a nadie golpeó. El colegiado tomó nota, eso sí, y el Heart of Midlothian probablemente sea sancionado por ello.
Los incidentes entre ultras tras el pasado 'Old Firm' parecen haber dado carta blanca al resto de 'hooligans' para salir de la cueva y comportarse como salvajes.
Hasta la Policía está preocupada por lo sucedido. "Este fin de semana, algunos de los agentes que estaban trabajando en Celtic Park decían que es lo peor que habían visto en quince o veinte años de servicio", relató David Hamilton, jefe de Policía en Glasgow.
"A un agente le lanzaron una granada cegadora que pasó por encima de su cabeza. Es desesperante la manera en la que se comportan en el fútbol escocés. Estamos viendo una aumento de la violencia en términos de severidad y frecuencia", agregó.
Prueba de ese aumento de violencia son los dos incidentes ocurridos en sendos partidos, una semana más tarde del 'Old Firm' más bochornoso que se recuerda en años.
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