El partido entre Rumanía y España clasificatorio para la Euro 2020 sirvió para homenajear a Luis Enrique y a su fallecida hija Xana. El primer instante emotivo, no obstante, lo reventaron los ultras del país anfitrión.
Colocados en el fondo en el que atacaron los de Robert Moreno en la primera parte, los aficionados más exaltados de la selección rumana no dejaron de gritar, cantar e incluso pitar el minuto de silencio, que ni siquiera fue tal porque ante esta situación el árbitro Deniz Aytekin lo tuvo que acortar hasta que se convirtió en apenas 30 segundos.
Tanto los jugadores españoles y rumanos, como la afición española y el banquillo intentaron guardar las formas en recuerdo a su exseleccionador y a su hija.
Los problemas no acabaron ahí. Tan exacerbados estaban los rumanos que, bengalas en mano, formaron una humareda tal que el colegiado tuvo que esperar unos instantes hasta que se disipara para pitar el inicio del partido.
Desde la megafonía del Arena Nacional de Bucarest pidieron inmediatamente calma a su público, lo que hizo que las bengalas desaparecieran pero no la presión sobre los jugadores españoles cada vez que tocaban un balón. Rumanía ya fue advertido por el Comité de Disciplina de la UEFA en 2016 cuando, en un partido contra Dinamarca clasificatorio para el Mundial, hubo lanzamiento de bengalas al campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario