El pasado 18 de mayo más de 26.000 aficionados llenaron el RCDE Stadium esperando un milagro contra la Real Sociedad. Llegar a Europa doce años después dependía de una carambola, pero el público respondió con una fantástica entrada. El 25 de julio, rozando las vacaciones de agosto, poco más de 19.000 personas acudieron al estadio contra el modesto y desconocido Stjarnan islandés, en el primer partido de previa. Ya bien entrado septiembre y habiendo conseguido el equipo el objetivo de clasificarse para la fase de grupos, se esperaba una buena entrada para el Espanyol-Ferencvaros. Pero eso no se dio. Al contrario, la entrada superó por muy poco los 18.000 aficionados, un dato que comienza a preocupar en el club.
Era la primera vez que el estadio se vestía de gala para acoger la tan ansiada Europa League. La primera también que se escuchaba el himno. La consecución de un viejo deseo que la afición había demostrado querer vivir. La expectación por el debut fue máxima y, sin embargo, la entrada muy discreta. Además, de los 18.125 espectadores que accedieron al campo, casi 4.000 fueron por venta de entradas, 723 de ellas a la afición visitante. Esto significa que el número de abonados que asistieron al partido fue de casi 14.000 personas. Una cifra que preocupa en el entorno blanquiazul, porque el total de abonados (socios con butaca) está casi en 24.000, y el total (únicamente socios) es de unos 27.000.
Casi 10.000 de los 24.000 aficionados no asistieron al estadio
Las cifras muestran, por tanto, que ante una cita tan importante como la del pasado jueves, hubo alrededor de 10.000 abonados que decidieron no acudir al estadio por los motivos que fuese. Las causas por las que el poseedor de una butaca del RCDE Stadium no la aprovecha pueden ser variados. Desde el horario hasta las dificultades para encontrar aparcamiento o, por qué no, el dubitativo comienzo del equipo en Liga. Sin embargo, esto no es algo nuevo, sino que viene siendo una constante en el club blanquiazul.
La base de aficionados más fiel del espanyolismo, los que nunca fallan, se acerca a los 10.000. El resto fluctúa dependiendo del rival. En el partido contra el Ferencvaros, la baja entrada –que en realidad no lo fue tanto si se compara con la asistencia media, 19.388 espectadores, de la temporada pasada– no se percibió como tal pues las gradas apoyaron en todo momento al equipo y los protagonistas del partido, desde David Gallego a Matías Vargas, así lo reconocieron y agradecieron en zona mixta.
El RCDE Stadium sigue siendo el estadio de Primera con peor porcentaje de asistencia
El RCDE Stadium tiene una capacidad para 40.500 aficionados. Una cifra mucho mayor a la realidad de sus abonados. La temporada de su inauguración, hace justo diez años, se registró una media de asistentes de 27.936, la más alta. De entonces, la cifra ha ido disminuyendo. En la temporada 17-18 se tocó fondo, con una media de 17.900. La temporada de los de Rubi mejoraron los números, pero el RCDE Stadium sigue siendo el estadio de Primera con peor porcentaje de asistentes, por debajo del 50%.
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