El Gobierno búlgaro ha exigido este martes la dimisión del presidente de la Unión Búlgara de Fútbol, Borislav Mihaylov, por los insultos racistas que parte del público búlgaro profirió contra varios jugadores ingleses durante el partido de clasificación para la Eurocopa de anoche.
"Después de los incidentes de ayer, el primer ministro (el populista Boiko Borisov) ordenó que se cancelen todas las relaciones entre el Gobierno, incluidas las financieras, hasta la dimisión de presidente de la Unión Búlgara de Fútbol", anunció el ministro de Deporte búlgaro, Krasen Kralev, según informa la emisora Nova TV.
El partido entre Bulgaria e Inglaterra, jugado anoche en Sofía, fue interrumpido dos veces por el árbitro debido a los ataques racistas de parte del público local.
Los ultras búlgaros realizaron saludos nazis, cantaron insultos racistas y agitaron camisas con el lema No Respect.
El Estadio Nacional Vasil Levski de Sofía, que ya había visto reducida su capacidad en 5.000 espectadores debido a incidentes similares en el pasado, fue desalojado en algunas zonas del mismo y el encuentro pudo llegar a su fin con victoria inglesa por 0-6.
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