Violenta batalla campal en la Copa de Perú que obligó a suspender el partido, en el que se jugaban el pase a la final, entre el Deportivo Garcilaso de Cuzco y el Llacuabamba de Trujillo.
Con el marcador empatado 1-1, que dejaba fuera de la final al Deportivo Garcilaso, la afición del equipo de Cuzco saltó al terreno de juego para agredir al árbitro (que recibió un fuerte pelotazo y numerosos golpes).
El partido fue suspendido, la Policía tuvo que reprimir a los violentos a porrazos y el Llacuabamba de Trujillo se clasificó a la final.
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