La UEFA confirmó la apertura de una investigación por los incidentes racistas ocurridos el pasado día 15 en el partido de clasificación para la Eurocopa 2020 entre las selecciones de Rumanía y Suecia, que estuvo a punto de ser suspendido por el árbitro italiano Daniele Orsato.
El partido fue interrumpido en dos ocasiones por el árbitro, primero por el lanzamiento de petardos y bengalas y después cuando parte del público local empezó a abuchear y proferir gritos racistas hacia el jugador sueco de la Real Sociedad Alexander Isak cuando entró al campo en la segunda mitad.
El árbitro amenazó entonces con suspender el partido y desde la megafonía del Arena Nacional de Bucarest se pidió que cesaran las manifestaciones de racismo y el partido terminó sin más incidentes con la victoria sueca por 0 a 2. Tras el pitido final los jugadores suecos abrazaron a Isak, de raza negra, y celebraron el triunfo, que les califica como segundos por detrás de España para la Eurocopa.
El pasado 15 de octubre Rumanía jugó el encuentro de clasificación contra Noruega a puerta cerrada -con presencia solo de espectadores menores- por los gritos xenófobos del público rumano contra la minoría húngara del país durante el partido contra España.
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