El Club Deportivo San Fernando hizo ayer gala de la goleada al Amurrio vasco del pasado domingo, un hecho que muchos califican, sin dudarlo, de «heróico» y que le condujo a la gloria del ascenso a Segunda B después de vivir seis años abocados a permanecer en el infierno de la Tercera. Además, el equipo supo brillar con todo su esplendor de manos de una afición totalmente entregada, que lo acompañó en el recorrido que emprendió por las distintas calles de la ciudad desde su salida a las seis de la tarde del Estadio Bahía Sur en un autobús descubierto.
Uno de los momentos de mayor carga emotiva se vivió en el interior de la Iglesia del Carmen, lugar en que los jugadores hicieron una ofrenda floral a la patrona de San Fernando, en un templo a cuya entrada cientos de aficionados esperaban la ansiada llegada del equipo. «La Virgen se lo merece porque no se distrajo el domingo ni un sólo segundo», manifestó Ángel Serrano, director del Club.
Ya a las ocho de la tarde, la plantilla de jugadores del San Fernando protagonizó una recepción en la plaza del Rey, organizada por parte del Ayuntamiento isleño, que congregó a cientos de aficionados. Fue entonces cuando se pudo escuchar todo tipo de vítores y aplausos de multitud de corazones azulblancos.
Momentos de gloria
El acto contó con la presencia del alcalde, Manuel de Bernardo, quien no quiso perder la oportunidad de felicitar al equipo. «Estos campeones se merecen todo el respeto de la ciudadanía por la proeza del pasado domingo», manifestó, plenamente emocionado.
El regidor isleño hizo memoria y recordó que después de dos décadas durante las que en dos ocasiones hubo que vivir la experiencia negativa de un ascenso que no pudo ser, se ha pasado a un momento de gloria que servirá para la consolidación del equipo. Además, se mostró convencido de que el club llegará este año a los cuatro mil socios. «El calor que la afición le brindó el domingo al Club Deportivo San Fernando se alargará durante los próximos meses», comentó.
Agradecimiento
El director general, por su parte, agradeció a la afición el haber sido pacientes y haber mostrado su fidelidad al equipo a lo largo de los últimos años. Es más, llegó a asegurar que la plantilla llegaría lejos en la Copa, premio por haber sido campeón de grupo.
Entre multitud de aplausos, Canito, capitán del equipo, también mostró su agradecimiento «de corazón» a todos los aficionados. «Hemos creado una ilusión tremenda entre los cañaíllas y estoy convencido de que este sentimiento no se va a quedar aquí sino que se hará cada vez más y más grande y que con el esfuerzo de todos llegaremos muy lejos», aseguró.Puli, el pichichi del equipo, por su parte, dijo sentirse orgulloso de ver a tanta gente entregada con el club y manifestó que el equipo tenía una meta al principio de la temporada que se había alcanzado gracias al calor de la afición, unas palabras que fueron compartidas por el entrenador del San Fernando, Antonio Iriondo, quien, entre gritos, a través de los que los congregados le pedían que permaneciera en el club, aseguró haber sentido un enorme placer por compartir con los isleños esta temporada.
Una vez concluido el acto en la plaza del Rey, los aficionados recorrieron en sus coches las calles de la ciudad con la bandera de su equipo y volvieron a hacer gala de que su ilusión es ya imparable.
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