El presidente del equipo de la Segunda división de fútbol Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, resultó agredido al término del partido de vuelta de la segunda y definitiva eliminatoria de la fase de ascenso entre el primer filial amarillo y el Ciempozuelos, que ganó aquél por 2-3 y que le valió para ascender de Tercera a Segunda B.
Pese a todo, las celebraciones tuvieron que quedar para Las Palmas ya que jugadores y cuerpo técnico tuvieron que abandonar el terreno de juego ante la invasión de campo de la afición local y varios intentos de agresión. Un nutrido grupo de espectadores saltó al terreno de juego al finalizar el encuentro, justo cuando interpretaron que los futbolistas isleños realizaron un acto conjunto de provocación, en el momento que saludaban desde el centro del campo.
También, antes, se había arrojado botellas y latas desde el graderío. Ramírez, que había bajado desde las gradas a felicitar a jugadores y cuerpo técnico del equipo filial de la Unión Deportiva -lo entrena Juani Castillo-, recibió un puñetazo de los muchos que se cruzaron en su trayectoria, algo a lo que el dirigente grancanario restó importancia y afirmó que "no fue nada", cuando le requirieron por los referidos hechos. Miembros de la Guardia Civil y de la Policía Local -Ciempozuelos- disolvieron la tángana y evitaron males mayores.
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