De repente en el entretiempo los barrabravas (ultras) del Independiente desplegaron banderas de Bolivia y Paraguay con un 12 en el medio, en alusión al mote de la hinchada del Boca Juniors (considerada el jugador número 12 del equipo más popular de Argentina). En el estadio del Huracán, donde el Independiente juega mientras se remodela su estadio en Avellaneda, comenzaron a escucharse cantos contra los hinchas del Boca: "El que no salta es de Bolivia y Paraguay". El segundo tiempo del derby del domingo pasado comenzó sin que las banderas se retiraran y sin que el colegiado, Sergio Pezzota, detuviera el juego, pese a que el reglamento de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dispone que se suspenda en caso de manifestaciones de racismo.
La embajadora boliviana en Buenos Aires, Leonor Arauco Lemaitre, exigió explicaciones a la AFA por este nuevo acto xenófobo en el fútbol argentino, mientras que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner también reclamó contra la asociación y el árbitro. En tanto, una juez de faltas de Buenos Aires inició una investigación.
El subsecretario de Seguridad en Espectáculos Deportivos, Pablo Paladino, informó que la Policía Federal intervino "de oficio porque se trataba de banderas racistas que podían generar violencia", aunque los agentes no secuestraron las banderas ni detuvieron a nadie. La juez Elsa Miranda ordenó la identificación de los hinchas que portaban los estandartes. El fiscal del caso, Luis Cevasco, dijo que el episodio fue una "burla", y no una violación a la ley contra la discriminación.
"Queremos que se aplique el reglamento y se sancione al club por estos hechos", reclamó la presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), María José Lubertino. El Independiente se expone a que le prohíban jugar en el campo del Huracán, aunque el reglamento también contempla penas como multas sobre la recaudación de entradas, la pérdida del partido (que ganó 2-0) o la deducción de puntos, la pérdida de categoría, la desafiliación y la sanción al personal del club. "Vamos a enviar una nota [a la AFA] para que le haga una llamada de atención a Pezzota [el colegiado]", dijo Lubertino. Pezzota puede quedar suspendido por entre siete días y diez meses.
"Repudiamos un nuevo hecho de xenofobia y discriminación en contra de la colectividad boliviana en el país", expresó la embajadora Arauco en una carta enviada al presidente de la AFA, Julio Grondona. La delegada del Gobierno de Evo Morales le advirtió que las disculpas verbales se han tornado insuficientes y pidió acciones concretas. También agradeció al INADI por su rápida intervención.
En un comunicado de prensa, el Independiente manifestó "su máximo repudio a la actitud de un pequeño grupo de inadaptados". El club prometió sanciones contra los socios involucrados, recordó que el máximo goleador de su historia fue un paraguayo, Arsenio Erico, y anticipó que su presidente, Julio Comparada, pediría disculpas a los embajadores de ambos países.
Es usual que en los partidos del Boca las hinchadas contrarias se mofen de los xeneizes al llamarlos en forma despectiva bolivianos y paraguayos. En 2002, los barrabravas del Independiente recibieron a los boquenses con una bandera de Bolivia que decía "Bienvenidos a la nº 12". Aquel año, cuando los diablos rojos se consagraron campeones algunos jugadores festejaron cantando: "¡Cantemos todos que La Boca está de luto, que son todos negros putos de Bolivia y Paraguay!". El colectivo de inmigrantes bolivianos y el INADI se quejaron aquella vez ante Grondona.
También en 2002, el entonces presidente del River Plate, Alfredo Davicce, pronosticó que la cantidad de simpatizantes de Boca se reduciría porque la crisis argentina estaba empujando a "bolivianos y peruanos" de regreso a sus países y porque se iba a sancionar una ley de expulsión de inmigrantes ilegales. "En las villas [barrios de chabolas] hay un 50%, como mínimo, de extranjeros. Viven en condiciones de hacinamiento, y la mayoría son del Boca", añadió Davicce.
La embajadora boliviana en Buenos Aires, Leonor Arauco Lemaitre, exigió explicaciones a la AFA por este nuevo acto xenófobo en el fútbol argentino, mientras que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner también reclamó contra la asociación y el árbitro. En tanto, una juez de faltas de Buenos Aires inició una investigación.
El subsecretario de Seguridad en Espectáculos Deportivos, Pablo Paladino, informó que la Policía Federal intervino "de oficio porque se trataba de banderas racistas que podían generar violencia", aunque los agentes no secuestraron las banderas ni detuvieron a nadie. La juez Elsa Miranda ordenó la identificación de los hinchas que portaban los estandartes. El fiscal del caso, Luis Cevasco, dijo que el episodio fue una "burla", y no una violación a la ley contra la discriminación.
"Queremos que se aplique el reglamento y se sancione al club por estos hechos", reclamó la presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), María José Lubertino. El Independiente se expone a que le prohíban jugar en el campo del Huracán, aunque el reglamento también contempla penas como multas sobre la recaudación de entradas, la pérdida del partido (que ganó 2-0) o la deducción de puntos, la pérdida de categoría, la desafiliación y la sanción al personal del club. "Vamos a enviar una nota [a la AFA] para que le haga una llamada de atención a Pezzota [el colegiado]", dijo Lubertino. Pezzota puede quedar suspendido por entre siete días y diez meses.
"Repudiamos un nuevo hecho de xenofobia y discriminación en contra de la colectividad boliviana en el país", expresó la embajadora Arauco en una carta enviada al presidente de la AFA, Julio Grondona. La delegada del Gobierno de Evo Morales le advirtió que las disculpas verbales se han tornado insuficientes y pidió acciones concretas. También agradeció al INADI por su rápida intervención.
En un comunicado de prensa, el Independiente manifestó "su máximo repudio a la actitud de un pequeño grupo de inadaptados". El club prometió sanciones contra los socios involucrados, recordó que el máximo goleador de su historia fue un paraguayo, Arsenio Erico, y anticipó que su presidente, Julio Comparada, pediría disculpas a los embajadores de ambos países.
Es usual que en los partidos del Boca las hinchadas contrarias se mofen de los xeneizes al llamarlos en forma despectiva bolivianos y paraguayos. En 2002, los barrabravas del Independiente recibieron a los boquenses con una bandera de Bolivia que decía "Bienvenidos a la nº 12". Aquel año, cuando los diablos rojos se consagraron campeones algunos jugadores festejaron cantando: "¡Cantemos todos que La Boca está de luto, que son todos negros putos de Bolivia y Paraguay!". El colectivo de inmigrantes bolivianos y el INADI se quejaron aquella vez ante Grondona.
También en 2002, el entonces presidente del River Plate, Alfredo Davicce, pronosticó que la cantidad de simpatizantes de Boca se reduciría porque la crisis argentina estaba empujando a "bolivianos y peruanos" de regreso a sus países y porque se iba a sancionar una ley de expulsión de inmigrantes ilegales. "En las villas [barrios de chabolas] hay un 50%, como mínimo, de extranjeros. Viven en condiciones de hacinamiento, y la mayoría son del Boca", añadió Davicce.
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