El periodista que se infiltró en la peña radical de los 'Ultrasur', que responde al seudónimo de Antonio Salas, ha declarado como testigo protegido en el juicio contra 15 miembros del grupo neonazi 'Hammerskin-España', al que ha atribuido la organización de "cazas" de hinchas del equipo contrario o "personas de color" en los aledaños del estadio Santiago Bernabéu tras los partidos.
Los procesados se enfrentan a entre 3 y 6 años de prisión por asociación ilícita y tenencia ilícita de armas tras ser desmantelado su grupo en febrero de 2003 a partir de la "operación Puñal" desarrollada por la Guardia Civil en las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia y Guadalajara a raíz de diversos ataques racistas que tuvieron lugar en la Universidad Complutense y en varias localidades madrileñas meses antes.
Sin ser visto por los procesados, Salas, autor del libro Diario de un Skin, ha relatado en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid cómo logró introducirse en la estructura de los Hammerskin-España a raíz de sus contactos con destacados miembros de la peña madridista de los 'Ultrasur' y bajo el personaje 'Tiger88'.
Salas ha reconocido que trató "personalmente" con alguno de los acusados durante el año que estuvo infiltrado en grupos de skinheads de extrema derecha para realizar un reportaje que fue emitido en el programa de Telecinco "Historias de Hoy" el 16 de marzo de 2002. Actualmente, se encuentra infiltrado en otros grupos para destapar su funcionamiento.
Palizas sin mediar provocación
Tras la disputa de un partido entre el Madrid y el Osasuna, Salas presenció por primera vez una paliza que propinaban personas ligadas a los 'Ultras' o a los 'Hamerskin-España'. Se trataba de un ciudadano francés de color que paseaba por una de las calles donde se concentran los bares de los 'Ultra', al que "le dieron una brutal paliza sin que hubiera ningún acto de provocación".
Esa noche, estos grupos radicales propinaron un total de 50 palizas, tras lo que se reunieron en un local para "jactarse" de las agresiones e "intercambiar trofeos".
"Todos los 'Hammerskin' son 'Ultras', pero no todos los 'Ultras' son 'Hammerskin'", ha distinguido el periodista, quien ha precisado que a todos los grupos con ideología nacionalsocialista les une "el odio hacia a los comunistas, los judíos, los negros y los homosexuales", así como un objetivo de incitar a la violencia.
"El tipo de música que escuchaban, la estética y todo incitaba a la violencia. Los tatuajes de sus cuerpos hablan por sí mismos", ha apuntado Salas, que ha explicado que para ser candidato a entrar en el grupo había que ser "de raza blanca y nacionalsocialista".
Salió de la banda tras ser delatado
Durante el transcurso de su investigación, ha explicado Salas, coincidió con miembros de 'Hammerskin-España' en actos homenaje a Adolf Hitler, en actividades culturales (conciertos, conferencias o mítines), en locales de copas de grupos neonazis (La Bodega, de Alcalá de Henares) y en los aledaños del Bernabéu.
El periodista ha contado que rompió la relación con esta banda después de que un jefe de Policía le delatara a un miembro de "Hammerskin-España" y que desde la emisión del reportaje recibe amenazas e insultos.
En los registros realizados tras las detenciones, se encontraron en los domicilios de los acusados, uno de ellos militar profesional, puños americanos, hachas, bates de béisbol, pistolas de aire comprimido y de fogueo, así como diverso material con simbología nazi, banderas con esvásticas, documentación antisemita y películas que enaltecen las figuras de Adolf Hitler y Benito Mussolini.
El jefe de la banda dice que son "un grupo de amigos"
En la segunda sesión del juicio, el presunto jefe de "Hammerskin-España", José Eduardo C.H., negó que se tratara de una organización, sino de un "grupo de amigos internacional".
Aunque reconoció que conoce la ideología de este "grupo" y que ayudó, junto a su esposa, a traducir del inglés la Constitución de la banda, señaló que "sus creencias católicas" no le permiten compartirla.
Sin embargo, el presunto líder de la banda a nivel nacional sí ha reconocido tener "algo de afección" a las ideas nacionalsocialistas, ya que su familia era del "bando nacional" durante la Guerra Civil, y haberse relacionado con skinheads por su trabajo de tatuador.
Los procesados se enfrentan a entre 3 y 6 años de prisión por asociación ilícita y tenencia ilícita de armas tras ser desmantelado su grupo en febrero de 2003 a partir de la "operación Puñal" desarrollada por la Guardia Civil en las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia y Guadalajara a raíz de diversos ataques racistas que tuvieron lugar en la Universidad Complutense y en varias localidades madrileñas meses antes.
Sin ser visto por los procesados, Salas, autor del libro Diario de un Skin, ha relatado en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid cómo logró introducirse en la estructura de los Hammerskin-España a raíz de sus contactos con destacados miembros de la peña madridista de los 'Ultrasur' y bajo el personaje 'Tiger88'.
Salas ha reconocido que trató "personalmente" con alguno de los acusados durante el año que estuvo infiltrado en grupos de skinheads de extrema derecha para realizar un reportaje que fue emitido en el programa de Telecinco "Historias de Hoy" el 16 de marzo de 2002. Actualmente, se encuentra infiltrado en otros grupos para destapar su funcionamiento.
Palizas sin mediar provocación
Tras la disputa de un partido entre el Madrid y el Osasuna, Salas presenció por primera vez una paliza que propinaban personas ligadas a los 'Ultras' o a los 'Hamerskin-España'. Se trataba de un ciudadano francés de color que paseaba por una de las calles donde se concentran los bares de los 'Ultra', al que "le dieron una brutal paliza sin que hubiera ningún acto de provocación".
Esa noche, estos grupos radicales propinaron un total de 50 palizas, tras lo que se reunieron en un local para "jactarse" de las agresiones e "intercambiar trofeos".
"Todos los 'Hammerskin' son 'Ultras', pero no todos los 'Ultras' son 'Hammerskin'", ha distinguido el periodista, quien ha precisado que a todos los grupos con ideología nacionalsocialista les une "el odio hacia a los comunistas, los judíos, los negros y los homosexuales", así como un objetivo de incitar a la violencia.
"El tipo de música que escuchaban, la estética y todo incitaba a la violencia. Los tatuajes de sus cuerpos hablan por sí mismos", ha apuntado Salas, que ha explicado que para ser candidato a entrar en el grupo había que ser "de raza blanca y nacionalsocialista".
Salió de la banda tras ser delatado
Durante el transcurso de su investigación, ha explicado Salas, coincidió con miembros de 'Hammerskin-España' en actos homenaje a Adolf Hitler, en actividades culturales (conciertos, conferencias o mítines), en locales de copas de grupos neonazis (La Bodega, de Alcalá de Henares) y en los aledaños del Bernabéu.
El periodista ha contado que rompió la relación con esta banda después de que un jefe de Policía le delatara a un miembro de "Hammerskin-España" y que desde la emisión del reportaje recibe amenazas e insultos.
En los registros realizados tras las detenciones, se encontraron en los domicilios de los acusados, uno de ellos militar profesional, puños americanos, hachas, bates de béisbol, pistolas de aire comprimido y de fogueo, así como diverso material con simbología nazi, banderas con esvásticas, documentación antisemita y películas que enaltecen las figuras de Adolf Hitler y Benito Mussolini.
El jefe de la banda dice que son "un grupo de amigos"
En la segunda sesión del juicio, el presunto jefe de "Hammerskin-España", José Eduardo C.H., negó que se tratara de una organización, sino de un "grupo de amigos internacional".
Aunque reconoció que conoce la ideología de este "grupo" y que ayudó, junto a su esposa, a traducir del inglés la Constitución de la banda, señaló que "sus creencias católicas" no le permiten compartirla.
Sin embargo, el presunto líder de la banda a nivel nacional sí ha reconocido tener "algo de afección" a las ideas nacionalsocialistas, ya que su familia era del "bando nacional" durante la Guerra Civil, y haberse relacionado con skinheads por su trabajo de tatuador.
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