Una afición cargada de ilusión, que lleva por bandera el juego limpio y la deportividad, que han hecho gala de su buen hacer tanto en La Victoria como en cada desplazamiento del equipo, no se merece el trato agresivo de un club de "Primera División".
El estadio de El Madrigal, con capacidad suficiente, y con media entrada, lo que se podía comprobar tanto in situ como por la televisión, la grada se encontraba a medio llenar, como para tratar a la afición con una actitud despota y arrogante.
Los aficionados fueron ubicados en la parte más alta del estadio, en una jaula o celda como algunos la llaman, con una arquitectura que convertía ese espacio en un asador, un cristal de dos metros de alto en la frontal de la grada, tras este cristal una malla que cubría el resto de la cara vista del cajón llamado "grada", rejas en los laterales y como culmen un techo de uralita, que hacía subir la temperatura ya suficientemente alta, como unos 5 grados más.
Además los accesos hasta esta ratonera era dificultosos, donde las personas mayores o con algún grado de discapacidad, vieron como les costaba mil esfuerzos llegar a su asiento. Carlos Sánchez declaraba hoy en el periodico Ideal, "Vi mucha gente llorando que ni podía subir, el sitio no era digno". Carlos Sánchez al ver el trato que estaban recibiendo sus aficionados, abandonó el palco para situarse con el resto de la marea blanca.
La cosa no queda aquí, los aficionados más afortunados pudieron comprar las entradas en el estadio, ubicandose así en lugares distintos a la jaula, y se pudo comprobar como la bebida en el bar que se encontraba en la zona establecida por el club para los aficionados del Real Jaén, triplicaba el precio que se podía encontrar en el resto del estadio, algo tan esencial como el líquido en un lugar tan caluroso como la jaula, mientras que el resto del estadio la bebida no llegaba al euro, en el bar de esa celda se vendía a 3 euros.
Ahora el aficionado del Real Jaén y el club, debe pensar que aquellos que venga desde Villarreal, no tienen la culpa de lo impuesto por su presidente, el desvergonzado Fernando Roig, y la única vengaza que cabe en la filosofía de Real Jaén es la deportiva, por lo que debemos pagarle el trato recibido ganando en La Victoria, y dejando a Villarreal B en el lugar que por su actitud antideportiva se merece.
El estadio de El Madrigal, con capacidad suficiente, y con media entrada, lo que se podía comprobar tanto in situ como por la televisión, la grada se encontraba a medio llenar, como para tratar a la afición con una actitud despota y arrogante.
Los aficionados fueron ubicados en la parte más alta del estadio, en una jaula o celda como algunos la llaman, con una arquitectura que convertía ese espacio en un asador, un cristal de dos metros de alto en la frontal de la grada, tras este cristal una malla que cubría el resto de la cara vista del cajón llamado "grada", rejas en los laterales y como culmen un techo de uralita, que hacía subir la temperatura ya suficientemente alta, como unos 5 grados más.
Además los accesos hasta esta ratonera era dificultosos, donde las personas mayores o con algún grado de discapacidad, vieron como les costaba mil esfuerzos llegar a su asiento. Carlos Sánchez declaraba hoy en el periodico Ideal, "Vi mucha gente llorando que ni podía subir, el sitio no era digno". Carlos Sánchez al ver el trato que estaban recibiendo sus aficionados, abandonó el palco para situarse con el resto de la marea blanca.
La cosa no queda aquí, los aficionados más afortunados pudieron comprar las entradas en el estadio, ubicandose así en lugares distintos a la jaula, y se pudo comprobar como la bebida en el bar que se encontraba en la zona establecida por el club para los aficionados del Real Jaén, triplicaba el precio que se podía encontrar en el resto del estadio, algo tan esencial como el líquido en un lugar tan caluroso como la jaula, mientras que el resto del estadio la bebida no llegaba al euro, en el bar de esa celda se vendía a 3 euros.
Ahora el aficionado del Real Jaén y el club, debe pensar que aquellos que venga desde Villarreal, no tienen la culpa de lo impuesto por su presidente, el desvergonzado Fernando Roig, y la única vengaza que cabe en la filosofía de Real Jaén es la deportiva, por lo que debemos pagarle el trato recibido ganando en La Victoria, y dejando a Villarreal B en el lugar que por su actitud antideportiva se merece.
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