Los miembros de la 'Trinchera Norte', la barra radical del Universitario de Deportes de Lima, quemaron hoy su bandera insignia, que les fue entregada por las autoridades después de haber estado en poder de los fanáticos del Alianza Lima, su clásico rival.
Los hinchas señalaron que la bandera "estaba contaminada por el enemigo", a pesar de que en las últimas semanas exigieron su devolución, y protagonizaron una serie de actos violentos en la ciudad.
La bandera de los fanáticos 'cremas', de 23 metros de largo, fue incautada por la policía cuando detuvo a un hombre acusado de venta de drogas, tras lo cual apareció en poder de los hinchas aliancistas, que la exhibieron como trofeo en su estadio, según mostraron fotos publicadas en internet.
Esto produjo un gran escándalo mediático, con acusaciones de corrupción de agentes de la policía, que aparentemente vendieron la bandera, y motivó la intervención de la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas.
Según la policía, la gigantesca bandera fue encontrada la madrugada de hoy en una calle del distrito limeño de La Victoria, donde se encuentra el estadio del Alianza.
Cuando les fue entregada, los líderes de la 'Trinchera Norte' confirmaron que era el emblema original y luego la quemaron por que "estaba contaminada por el enemigo", según declararon a medios locales.
El general de la Policía Eusebio Félix declaró que el hallazgo de la bandera descartaba totalmente que algunos agentes hubieran estado comprometidos en su desaparición.
La ministra Cabanillas dijo, por su parte, que se ha constituido una comisión de alto nivel, integrada por especialistas en temas de organizaciones sociales y deportivas para tratar el tema de las pandillas que "con su demencia e ímpetu generan actos violentos que la población no aprueba".
"La comisión va a continuar trabajando y la integran representantes de la Séptima Región y policías en condición de retiro. Queremos darle una mirada integral a las barras y pandillas", indicó.
Añadió que se buscará que los dirigentes de las barras violentas puedan "ponerse a derecho" y cumplir la ley que pide registrar a los integrantes de las bandas y darles un carné para identificarlos, así como ofrecerles programas culturales.
Los hinchas señalaron que la bandera "estaba contaminada por el enemigo", a pesar de que en las últimas semanas exigieron su devolución, y protagonizaron una serie de actos violentos en la ciudad.
La bandera de los fanáticos 'cremas', de 23 metros de largo, fue incautada por la policía cuando detuvo a un hombre acusado de venta de drogas, tras lo cual apareció en poder de los hinchas aliancistas, que la exhibieron como trofeo en su estadio, según mostraron fotos publicadas en internet.
Esto produjo un gran escándalo mediático, con acusaciones de corrupción de agentes de la policía, que aparentemente vendieron la bandera, y motivó la intervención de la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas.
Según la policía, la gigantesca bandera fue encontrada la madrugada de hoy en una calle del distrito limeño de La Victoria, donde se encuentra el estadio del Alianza.
Cuando les fue entregada, los líderes de la 'Trinchera Norte' confirmaron que era el emblema original y luego la quemaron por que "estaba contaminada por el enemigo", según declararon a medios locales.
El general de la Policía Eusebio Félix declaró que el hallazgo de la bandera descartaba totalmente que algunos agentes hubieran estado comprometidos en su desaparición.
La ministra Cabanillas dijo, por su parte, que se ha constituido una comisión de alto nivel, integrada por especialistas en temas de organizaciones sociales y deportivas para tratar el tema de las pandillas que "con su demencia e ímpetu generan actos violentos que la población no aprueba".
"La comisión va a continuar trabajando y la integran representantes de la Séptima Región y policías en condición de retiro. Queremos darle una mirada integral a las barras y pandillas", indicó.
Añadió que se buscará que los dirigentes de las barras violentas puedan "ponerse a derecho" y cumplir la ley que pide registrar a los integrantes de las bandas y darles un carné para identificarlos, así como ofrecerles programas culturales.
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