El Millwall, de la tercera división inglesa, responderá "con contundencia" a los cargos de la federación de fútbol inglesa (FA) con relación a los desórdenes ocasionados por su afición durante el partido de Copa de la Liga disputado con el West Ham United el pasado 25 de agosto.
A ambos clubes se les acusa de no haber adoptado medidas suficientes para frenar un lanzamiento de objetos procedente de las gradas además de achacárseles un comportamiento violento, amenazador y racista por parte de sus seguidores en el estadio de Upton Park, del West Ham.
No obstante, el Millwall, que perdió por 3-1, se ha mostrado en desacuerdo con dichos cargos y así lo ha manifestado su consejero delegado, Andy Ambler al afirmar que estos "no están justificados".
Por su parte, la directiva del West Ham se enfrenta a cuatro cargos de la FA, mientras que el Millwall debe responder a tres.
Un seguidor de este último club fue apuñalado mientras las aficiones de ambos equipos se enzarzaban en la grada este del mencionado estadio y seguidores locales invadían el terreno de juego cada vez que su equipo marcaba un gol.
La policía detuvo a 19 personas con relación a los desórdenes ocasionados tanto dentro como fuera del estadio.
Por si fuera poco, los jugadores Carlton Cole, del West Ham, y Jason Price, del Millwall, sufrieron insultos racistas por parte de hinchas.
El representante legal del Millwall, Jim Sturman, señaló en declaraciones que recoge la cadena BBC que esta entidad se declarará "no culpable" de los cargos y aseguró que defenderá "con contundencia" su posición
A ambos clubes se les acusa de no haber adoptado medidas suficientes para frenar un lanzamiento de objetos procedente de las gradas además de achacárseles un comportamiento violento, amenazador y racista por parte de sus seguidores en el estadio de Upton Park, del West Ham.
No obstante, el Millwall, que perdió por 3-1, se ha mostrado en desacuerdo con dichos cargos y así lo ha manifestado su consejero delegado, Andy Ambler al afirmar que estos "no están justificados".
Por su parte, la directiva del West Ham se enfrenta a cuatro cargos de la FA, mientras que el Millwall debe responder a tres.
Un seguidor de este último club fue apuñalado mientras las aficiones de ambos equipos se enzarzaban en la grada este del mencionado estadio y seguidores locales invadían el terreno de juego cada vez que su equipo marcaba un gol.
La policía detuvo a 19 personas con relación a los desórdenes ocasionados tanto dentro como fuera del estadio.
Por si fuera poco, los jugadores Carlton Cole, del West Ham, y Jason Price, del Millwall, sufrieron insultos racistas por parte de hinchas.
El representante legal del Millwall, Jim Sturman, señaló en declaraciones que recoge la cadena BBC que esta entidad se declarará "no culpable" de los cargos y aseguró que defenderá "con contundencia" su posición
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