El futbolista serbio que golpeó a un aficionado en la grada sigue detenido, después de que un juez rechazara esta tarde su petición de la puesta en libertad. Nebojsa Joksimovic fue arrestado el domingo bajo la acusación de conducta violenta en un evento deportivo con ocasión del encuentro Jagodina-Cukaricki disputado el sábado, cuando subió a la grada y propinó varios puñetazos a un seguidor que le había insultado.
El Cukaricki de Belgrado, de la Primera división serbia, está indignado con el trato recibido por su jugador de parte del sistema judicial, ya que no comprende los motivos de la detención extendida a ocho días. "Eric Cantona y Craig Bellamy también golpearon a aficionados y no les mandaron a la cárcel", comentó el director del Cukaricki Darko Ramovs.
"Suponíamos que iban a interrogarle y ponerle en libertad. No es ningún criminal o asesino. ¿Por qué no le protegieron de los hinchas locales que le insultaban? ¿Cómo no le impidieron subir a la tribuna y entrar en contacto con seguidores? Todo eso es incomprensible", se quejó Ramovs. El aficionado agredido sufrió una doble fractura de la nariz y lesión en un oído.
Los del Cukaricki, sin embargo, consideran a Joksimovic como chivo expiatorio dentro de la actual campaña serbia contra la violencia en los campos deportivos. La semana pasada un aficionado francés murió en Belgrado tras ser apaleado por unos hinchas radicales del Partizan lo que hizo que el Gobierno anunciara medidas extra-severas contra los autores de actos violentos.
El Cukaricki de Belgrado, de la Primera división serbia, está indignado con el trato recibido por su jugador de parte del sistema judicial, ya que no comprende los motivos de la detención extendida a ocho días. "Eric Cantona y Craig Bellamy también golpearon a aficionados y no les mandaron a la cárcel", comentó el director del Cukaricki Darko Ramovs.
"Suponíamos que iban a interrogarle y ponerle en libertad. No es ningún criminal o asesino. ¿Por qué no le protegieron de los hinchas locales que le insultaban? ¿Cómo no le impidieron subir a la tribuna y entrar en contacto con seguidores? Todo eso es incomprensible", se quejó Ramovs. El aficionado agredido sufrió una doble fractura de la nariz y lesión en un oído.
Los del Cukaricki, sin embargo, consideran a Joksimovic como chivo expiatorio dentro de la actual campaña serbia contra la violencia en los campos deportivos. La semana pasada un aficionado francés murió en Belgrado tras ser apaleado por unos hinchas radicales del Partizan lo que hizo que el Gobierno anunciara medidas extra-severas contra los autores de actos violentos.
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