Ultras Cartago nació en 1996, cuando el Cartagonova ascendió a Tercera. Tres miembros de las antiguas Brigadas Blanquinegras, del Cartagena FC, formaron este grupo de animación, al ver que sería el Cartagonova FC el equipo que iba a prevalecer en la ciudad. Son 145 peñistas que se ubican en el fondo sur alto. Tras el cordobazo la peña estuvo a punto de desaparecer, ya que se cerró el fondo sur y sólo unos 30 valientes aguantaron en Segunda B. «Estábamos en el fondo, sin hacer ruido ni poner la pancarta para no entrar en conflicto con otros grupos», recuerda el presidente de Ultras Cartago, Fulgencio Angosto, que también es el presidente de la federación de peñas de la entidad.
«Hemos renacido este verano, aunque ya el año pasado hicimos muchos desplazamientos y colaboramos activamente con la federación de peñas. En Sevilla hemos estado 16 y en Girona también estuvimos», cuenta Angosto, quien aborda pronto el asunto de la más que censurable ideología de algunos de los miembros de su grupo.
«El fútbol actual tiene una lacra: que es meter la política en los campos de fútbol. Nosotros tenemos un problema: nuestro nombre. Ultra significa más que. Animar más que los demás. Pero es cierto que en nuestra peña viene gente que confunde las cosas y estamos haciendo un gran esfuerzo para que todos los que vengan se olviden de la política y sólo se dediquen a animar más que los demás. Es nuestra guerra», señala Angosto.
Mala relación
¿Cómo es la relación con los Komandos Albinegros? «Ellos son de ideología de extrema izquierda y no puedo negar que nosotros tenemos a unos diez miembros de extrema derecha. Por eso, con gente de mi peña tienen problemas. El día del Rayo Vallecano hubo problemas. Pero siempre estoy yo ahí para que no pase nada», responde el presidente de Ultras Cartago, quien es miembro de CC OO en el comité de empresa de Navantia y dice «detestar» todos los extremismos.
Hay que hablar de fútbol. «Estamos en una nube. Hay que conseguir los 50 puntos cuanto antes, y a partir de ahí seguir soñando. Pero podemos soñar con un equipo en Primera. Sé que el presidente hará un esfuerzo en el mercado de invierno si el equipo sigue en la parte alta de la clasificación», cree Angosto.
Para Ultras Cartago, que el club tenga casi 8.200 abonados está «bien», aunque «la cosa debería haber ido un poco mejor». Esto demuestra que «aquí no existe el forofo del Efesé. La gente joven es del Real Madrid y del Barça. Es de Ronaldo y Messi, no de Héctor Yuste, Mariano Sánchez y Tato. Pero eso está cambiando. Tenemos que conseguir que la gente lea primero en el periódico la información del Efesé. Y luego lo demás».
«El espíritu de Alcoy perdura. Desde entonces, sale todo bien y estamos en una dinámica muy positiva. Yo en Alcoy, con el 2-1, fue pesimisita y me dije: Pencho, te llevas otro golpe más. Llevas el de Badajoz, el Getafe con Pombo, el cordobazo, el del Vecindario...Pero me dije que seguiría apoyando al Efesé, como lo he hecho en los últimos 25 años. Y al final surgió el milagro y ahora estamos disfrutando de ello», asegura Angosto.
La gente despierta
En Ultras Cartago creen que se está despertando toda una generación de aficionados cartageneros, la mayoría jóvenes, que no conocían el fútbol profesional. «Es la oportunidad histórica de consolidar el fútbol en Cartagena y que toda la ciudad sepa que esto es bueno para todo el mundo: para los bares, los hoteles, las tiendas...Y es el momento de apoyar a muerte al equipo», opinan en Ultras Cartago.
En cualquier caso, Angosto cree que «la afición de Cartagena este año es cojonuda. He visitado muchos campos y en pocos sitios se anima como aquí. Las aficiones que han venido este año al estadio han salido elogiando cómo empuja la grada», dice Angosto.
Confiesa que «a día de hoy no existe relación con la federación de peñas del Real Murcia, aunque sí hay una muy mala relación con los Granas Sur, quienes ya nos han amenazado en nuestra web (www.ultrascartago.es) de cara al partido del día 8 de noviembre. Yo le pido a toda la gente de Cartagena que no haga caso a las provocaciones. Recuerdo haber salido de la vieja Condomina, con mucha gente de mi peña, escondidos en el autobús del equipo, que fue reventado a pedradas en la salida. Pero en el próximo derbi hay que dar ejemplo», pide.
«Hemos renacido este verano, aunque ya el año pasado hicimos muchos desplazamientos y colaboramos activamente con la federación de peñas. En Sevilla hemos estado 16 y en Girona también estuvimos», cuenta Angosto, quien aborda pronto el asunto de la más que censurable ideología de algunos de los miembros de su grupo.
«El fútbol actual tiene una lacra: que es meter la política en los campos de fútbol. Nosotros tenemos un problema: nuestro nombre. Ultra significa más que. Animar más que los demás. Pero es cierto que en nuestra peña viene gente que confunde las cosas y estamos haciendo un gran esfuerzo para que todos los que vengan se olviden de la política y sólo se dediquen a animar más que los demás. Es nuestra guerra», señala Angosto.
Mala relación
¿Cómo es la relación con los Komandos Albinegros? «Ellos son de ideología de extrema izquierda y no puedo negar que nosotros tenemos a unos diez miembros de extrema derecha. Por eso, con gente de mi peña tienen problemas. El día del Rayo Vallecano hubo problemas. Pero siempre estoy yo ahí para que no pase nada», responde el presidente de Ultras Cartago, quien es miembro de CC OO en el comité de empresa de Navantia y dice «detestar» todos los extremismos.
Hay que hablar de fútbol. «Estamos en una nube. Hay que conseguir los 50 puntos cuanto antes, y a partir de ahí seguir soñando. Pero podemos soñar con un equipo en Primera. Sé que el presidente hará un esfuerzo en el mercado de invierno si el equipo sigue en la parte alta de la clasificación», cree Angosto.
Para Ultras Cartago, que el club tenga casi 8.200 abonados está «bien», aunque «la cosa debería haber ido un poco mejor». Esto demuestra que «aquí no existe el forofo del Efesé. La gente joven es del Real Madrid y del Barça. Es de Ronaldo y Messi, no de Héctor Yuste, Mariano Sánchez y Tato. Pero eso está cambiando. Tenemos que conseguir que la gente lea primero en el periódico la información del Efesé. Y luego lo demás».
«El espíritu de Alcoy perdura. Desde entonces, sale todo bien y estamos en una dinámica muy positiva. Yo en Alcoy, con el 2-1, fue pesimisita y me dije: Pencho, te llevas otro golpe más. Llevas el de Badajoz, el Getafe con Pombo, el cordobazo, el del Vecindario...Pero me dije que seguiría apoyando al Efesé, como lo he hecho en los últimos 25 años. Y al final surgió el milagro y ahora estamos disfrutando de ello», asegura Angosto.
La gente despierta
En Ultras Cartago creen que se está despertando toda una generación de aficionados cartageneros, la mayoría jóvenes, que no conocían el fútbol profesional. «Es la oportunidad histórica de consolidar el fútbol en Cartagena y que toda la ciudad sepa que esto es bueno para todo el mundo: para los bares, los hoteles, las tiendas...Y es el momento de apoyar a muerte al equipo», opinan en Ultras Cartago.
En cualquier caso, Angosto cree que «la afición de Cartagena este año es cojonuda. He visitado muchos campos y en pocos sitios se anima como aquí. Las aficiones que han venido este año al estadio han salido elogiando cómo empuja la grada», dice Angosto.
Confiesa que «a día de hoy no existe relación con la federación de peñas del Real Murcia, aunque sí hay una muy mala relación con los Granas Sur, quienes ya nos han amenazado en nuestra web (www.ultrascartago.es) de cara al partido del día 8 de noviembre. Yo le pido a toda la gente de Cartagena que no haga caso a las provocaciones. Recuerdo haber salido de la vieja Condomina, con mucha gente de mi peña, escondidos en el autobús del equipo, que fue reventado a pedradas en la salida. Pero en el próximo derbi hay que dar ejemplo», pide.
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