Al menos diecisiete personas quedaron heridas, tres de ellas de gravedad, esta noche en la ciudad brasileña de Curitiba, a consecuencia de los disturbios que se desencadenaron tras el cierre del partido entre el Coritiba y el carioca Fluminense, informaron los medios electrónicos locales.
La violencia fue desatada tras el pitazo final, cuando miembros de la hinchada del Coritiba, irritados con el empate a un tanto que decretó la caída del equipo local a la segunda división de la Liga, invadieron la cancha del estadio Couto Pereira para agredir a los árbitros y a la delegación del Fluminense.
La policía tuvo que entrar en el campo y se inició una verdadera guerra que dejó varios heridos, de los cuales un policía, que fue golpeado por un objeto lanzado desde la tribuna, tuvo que ser retirado inconsciente.
La violencia estalló también fuera del estadio y llegó a las calles, con la destrucción de cuatro terminales de autobús.
Según informó el portal estadao.com.br, el número oficial de los heridos causados por el incidente se conocerá mañana lunes cuando las autoridades divulgarán un balance de la situación.
Mientras tanto, en Río de Janeiro, millares de hinchas del Flamengo siguen festejando en las calles el sexto campeonato nacional que conquistó el "roginegro" tras un ayuno de 17 años.
Pese a que la televisión mostró algunas imágenes de violencia entre hinchas del Flamengo, de modo general los festejos fueron pacíficos y por primera vez juntaron a hinchas de todos los clubes cariocas
La violencia fue desatada tras el pitazo final, cuando miembros de la hinchada del Coritiba, irritados con el empate a un tanto que decretó la caída del equipo local a la segunda división de la Liga, invadieron la cancha del estadio Couto Pereira para agredir a los árbitros y a la delegación del Fluminense.
La policía tuvo que entrar en el campo y se inició una verdadera guerra que dejó varios heridos, de los cuales un policía, que fue golpeado por un objeto lanzado desde la tribuna, tuvo que ser retirado inconsciente.
La violencia estalló también fuera del estadio y llegó a las calles, con la destrucción de cuatro terminales de autobús.
Según informó el portal estadao.com.br, el número oficial de los heridos causados por el incidente se conocerá mañana lunes cuando las autoridades divulgarán un balance de la situación.
Mientras tanto, en Río de Janeiro, millares de hinchas del Flamengo siguen festejando en las calles el sexto campeonato nacional que conquistó el "roginegro" tras un ayuno de 17 años.
Pese a que la televisión mostró algunas imágenes de violencia entre hinchas del Flamengo, de modo general los festejos fueron pacíficos y por primera vez juntaron a hinchas de todos los clubes cariocas
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