El fútbol italiano cerró filas y coincidió en suspender desde la próxima fecha los partidos donde se registren cantos racistas, como los que se repiten últimamente, lo que puso en jaque al tenso derby entre Juventus e Inter.
Los pedidos para que los árbitros apliquen las nuevas normas aprobadas por la FIFA y cancelen aquellos encuentros de la Liga Italiana en los que, desde las tribunas, surjan agravios de índole racista se multiplicaron en las últimas horas.
Los insultos contra futbolistas de piel negra se volvieron a escuchar durante la fecha pasada.
En Cagliari - Juventus no fueron esta vez los "tifosi" (seguidores) visitantes, bajo cuestionamiento por los insultos que días atrás dirigieron contra Mario Balotelli, de Inter, sino los del equipo local, que silbaron y lanzaron coros hirientes a Mohammed Sissoko, jugador de Malí de los visitantes.
"No se puede seguir así, hay que darle a los capitanes la facultad de pedir la suspensión de los partidos al más mínimo gesto racista de los espectadores", declaró Sergio Campana, titular de la Asociacion Italiana de Futbolistas (AIC).
"Cuánta razón tenía Fabio Capello (actual técnico de la selección de Inglaterra) cuando denunció, hace poco, que el fútbol italiano es prácticamente rehén de los hinchas más extremistas", añadió el dirigente sindical.
Al presidente de Inter, Massimo Moratti, quien ya instruyó al capitán argentino Javier Zanetti para que proceda en la dirección indicada por Campana, se sumó el titular de Genoa, Enrico Preziosi.
"Es hora de que la Federación Italiana (FIGC) se haga cargo, con coraje, de luchar contra este vergonzoso fenómeno", afirmó Preziosi.
La "prueba de fuego" sobre la voluntad para combatir la segregación se tendrá en el crucial cotejo que en el estadio Olímpico de Turín disputarán Juventus y el líder Inter, separados por una antigua rivalidad.
Acaso no juegue Balotelli, que involuntariamente desencadenó la actual polémica, ya que fue separado por indisciplina del plantel de Inter por el técnico José Mourinho, pero estarán en el campo otros compañeros suyos de raza negra, como el ghanés Sulley Muntari y el camerunés Samuel Eto'o, a veces centro de los agravios.
Juventus alistará nuevamente a Sissoko, quien, puede recibir reprobaciones y gestos hostiles de la parcialidad de Inter, que adelantan que se vengarán por lo que le pasó a Balotelli, italiano de ascendientes africanos.
"Siempre es difícil suspender un partido, pero si queremos vencer a este demonio, no deberíamos temer hacerlo", dijo Campana.
Juventus fue castigado con un partido a puertas cerradas la pasada temporada, luego de que sus hinchas agredieran con insultos racistas a Balotelli, pero, pese a eso, repitieron su conducta en recientes partidos previos al duelo con Inter. El presidente de la federación italiana de fútbol (FIGC), Giancarlo Abete, confirmó que el árbitro podrá detener el partido por 10 minutos conjuntamente con la policía si hay cantos racistas y luego suspenderlo si persisten.
Abete explicó que los capitanes de los equipos "están habilitados para solicitar la cancelación del juego" si algún compañero es hostilizado.
Zanetti avisó que no dudará en dirigirse al árbitro en caso de que se produzcan abusos racistas, aunque el entrenador de Inter, José Mourinho, advirtió al plantel que sea cauteloso ante la posibilidad de abandonar el partido por posibles sanciones.
Juventus "hará todo lo posible para tener las cosas bajo control, particularmente esta semana y en el partido ante Inter", avisó el director deportivo del club, Jean Claude Blanc.
"Existe el racismo, pero es algo general y se refleja en el deporte", opinó el directivo.
El entrenador del seleccionado italiano, Marcello Lippi, dio una particular visión del problema al afirmar ante estudiantes que "el racismo no existe en el fútbol italiano".
"El racismo es algo que tiene que ver con la sociedad, pero las noticias que hablan que en los estadios se reflejan los actos de segregación son relativas, porque los coros hostiles son obra de diez o veinte estúpidos", añadió el DT. "Estoy con los procedimientos severos en caso de cantos racistas. Me parece que la suspensión del partido es algo apropiado", indicó Mario Pescante, vicepresidente del Comité Olímpico Italiano (CONI). "Como la violencia se ha controlado aplicando las leyes, los idiotas racistas también merecen sanciones", completó Pescante.
Juventus, tercero en las posiciones de la Liga Italiana, detrás de Inter y Milan, recibió una multa la semana pasada por el último episodio de cantos racistas y está intentando controlar a sus hinchas.
Los pedidos para que los árbitros apliquen las nuevas normas aprobadas por la FIFA y cancelen aquellos encuentros de la Liga Italiana en los que, desde las tribunas, surjan agravios de índole racista se multiplicaron en las últimas horas.
Los insultos contra futbolistas de piel negra se volvieron a escuchar durante la fecha pasada.
En Cagliari - Juventus no fueron esta vez los "tifosi" (seguidores) visitantes, bajo cuestionamiento por los insultos que días atrás dirigieron contra Mario Balotelli, de Inter, sino los del equipo local, que silbaron y lanzaron coros hirientes a Mohammed Sissoko, jugador de Malí de los visitantes.
"No se puede seguir así, hay que darle a los capitanes la facultad de pedir la suspensión de los partidos al más mínimo gesto racista de los espectadores", declaró Sergio Campana, titular de la Asociacion Italiana de Futbolistas (AIC).
"Cuánta razón tenía Fabio Capello (actual técnico de la selección de Inglaterra) cuando denunció, hace poco, que el fútbol italiano es prácticamente rehén de los hinchas más extremistas", añadió el dirigente sindical.
Al presidente de Inter, Massimo Moratti, quien ya instruyó al capitán argentino Javier Zanetti para que proceda en la dirección indicada por Campana, se sumó el titular de Genoa, Enrico Preziosi.
"Es hora de que la Federación Italiana (FIGC) se haga cargo, con coraje, de luchar contra este vergonzoso fenómeno", afirmó Preziosi.
La "prueba de fuego" sobre la voluntad para combatir la segregación se tendrá en el crucial cotejo que en el estadio Olímpico de Turín disputarán Juventus y el líder Inter, separados por una antigua rivalidad.
Acaso no juegue Balotelli, que involuntariamente desencadenó la actual polémica, ya que fue separado por indisciplina del plantel de Inter por el técnico José Mourinho, pero estarán en el campo otros compañeros suyos de raza negra, como el ghanés Sulley Muntari y el camerunés Samuel Eto'o, a veces centro de los agravios.
Juventus alistará nuevamente a Sissoko, quien, puede recibir reprobaciones y gestos hostiles de la parcialidad de Inter, que adelantan que se vengarán por lo que le pasó a Balotelli, italiano de ascendientes africanos.
"Siempre es difícil suspender un partido, pero si queremos vencer a este demonio, no deberíamos temer hacerlo", dijo Campana.
Juventus fue castigado con un partido a puertas cerradas la pasada temporada, luego de que sus hinchas agredieran con insultos racistas a Balotelli, pero, pese a eso, repitieron su conducta en recientes partidos previos al duelo con Inter. El presidente de la federación italiana de fútbol (FIGC), Giancarlo Abete, confirmó que el árbitro podrá detener el partido por 10 minutos conjuntamente con la policía si hay cantos racistas y luego suspenderlo si persisten.
Abete explicó que los capitanes de los equipos "están habilitados para solicitar la cancelación del juego" si algún compañero es hostilizado.
Zanetti avisó que no dudará en dirigirse al árbitro en caso de que se produzcan abusos racistas, aunque el entrenador de Inter, José Mourinho, advirtió al plantel que sea cauteloso ante la posibilidad de abandonar el partido por posibles sanciones.
Juventus "hará todo lo posible para tener las cosas bajo control, particularmente esta semana y en el partido ante Inter", avisó el director deportivo del club, Jean Claude Blanc.
"Existe el racismo, pero es algo general y se refleja en el deporte", opinó el directivo.
El entrenador del seleccionado italiano, Marcello Lippi, dio una particular visión del problema al afirmar ante estudiantes que "el racismo no existe en el fútbol italiano".
"El racismo es algo que tiene que ver con la sociedad, pero las noticias que hablan que en los estadios se reflejan los actos de segregación son relativas, porque los coros hostiles son obra de diez o veinte estúpidos", añadió el DT. "Estoy con los procedimientos severos en caso de cantos racistas. Me parece que la suspensión del partido es algo apropiado", indicó Mario Pescante, vicepresidente del Comité Olímpico Italiano (CONI). "Como la violencia se ha controlado aplicando las leyes, los idiotas racistas también merecen sanciones", completó Pescante.
Juventus, tercero en las posiciones de la Liga Italiana, detrás de Inter y Milan, recibió una multa la semana pasada por el último episodio de cantos racistas y está intentando controlar a sus hinchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario