Más de dos meses quedan para la gran fiesta del fútbol español, que no es otra que la final de Copa del Rey prevista para el domingo 21 de mayo y que enfrentará al Barcelona, vigente campeón del torneo y el Sevilla. Lo que a priori podría parecer un tiempo todavía prudencial, no lo es cuando hablamos de las medidas de seguridad que rodearán al evento. Medidas que van a ser extremas y que no tienen precedentes en finales anteriores del torneo copero.
El motivo de este endurecimiento responde a la amenaza yihadista que existe en toda Europa y de la que lógicamente España no está exenta. Si bien cualquier día o fecha puede servir a los terroristas para cometer atentados, no cabe duda que los grandes eventos, como es la final de Copa, parecen un blanco más propenso para ello. Además, el partido contará con la presencia en el Estadio Vicente Calderón del rey Felipe VI.
No olvidemos que uno de los objetivos de los terroristas en la matanza de París del pasado 13 de noviembre era atentar contra los aficionados del Estadio Saint Denis donde estaban disputándose el encuentro amistoso entre Francia y Alemania.
Por eso la Federación Española de Fútbol, organizadora de la final de Copa, junto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ya se han puesto manos a la obra en el diseño exhaustivo de todo el aparato logístico de seguridad que rodeará el encuentro.
Un despliegue policial y de seguridad privada sin precedentes
Precisamente, el pasado viernes 11 de marzo se produjo el primer encuentro entre la RFEF y la Policía Nacional. El lugar elegido lógicamente fue el propio Estadio Vicente Calderón. De dicha reunión ya se pueden extraer las primeras conclusiones. Que son, como decíamos anteriormente, la intención de diseñar un dispositivo sin precedentes en eventos similares en años anteriores. Pretenden controlar hasta el más mínimo detalle, nada puede quedar al azar.
Empezando por un incremente notable en cuanto al dispositivo de seguridad que albergará el choque entre el Barcelona y el Sevilla. Habitualmente este tipo de eventos suelen cubrirse con un dispositivo entre 1.000 o 1.500 agentes de Policía y más de 1.000 miembros de seguridad privada. Si bien las cifras todavía no se conocen con detalle, no en vano se trata del primer encuentro entre las partes, sí es seguro que este número se incrementará notablemente.
No cabe duda que superará notablemente el dispositivo de seguridad desplegado con motivo del último clásico disputado en el Santiago Bernabéu, justo una semana después de los atentados de París, donde contó con la presencia de 1.000 policías nacionales y cerca de 1.500 miembros, entre auxiliares y oficiales, de la seguridad privada.
Posiblemente estas cifras se concreten mucho más en la reunión que ambas partes tienen previsto volver a tener en los próximos días. La idea inicial es que sea antes de Semana Santa pero podría retrasarse a la vuelta de las vacaciones. Estamos hablando incluso de unas medidas superiores a las que UEFA acaba de acordar recientemente con la Unidad Central de Policia Francesa de cara a la Eurocopa que se disputará el próximo verano en tierras galas.
Arcos de seguridad en los alrededores del Vicente Calderón
Junto a este incremento notable en la dotación policial, la otra gran novedad estriba en los controles que tienen previsto desplegarse en los alrededores del estadio rojiblanco ese día. Dada su peculiar ubicación y, a diferencia de lo que sucede con el Santiago Bernabéu, no es posible desplegar unos cordones de seguridad similares a los desplegados en el último Real Madrid–Barcelona.
Para paliar esta situación, la RFEF pretende distribuir alrededor de todo el estadio arcos de seguridad capaces de detectar cualquier objeto metálico, arma blanca o similar, u objeto luminoso que pretende introducirse de forma irregular. Estos podrían estar distribuidos en hasta 22 puntos distintos del feudo rojiblanco. Estamos también ante un hecho sin precedentes y que la enorme preocupación que existe acerca de la final del torneo del KO. Porque el hecho de utilizar estos arcos de seguridad significa un gasto económico muy elevado, siendo la Federación Española quien se haga cargo de todo. No en vano el alquiler de estos arcos se aproxima a los 3.000 euros.
Luego, en caso de confirmarse este número de arcos, estaríamos hablando de un coste cercano a los 70 mil euros sólo en el alquiler de estos dispositivos que hasta ahora nunca se han empleado en los alrededores de los estadios. Suelen colocarse habitualmente en los palcos de honor de los estadios, más cuando está previsto que acudan importantes personalidades. Pero este gasto extra no preocupa ni lo más mínimo dentro del estamento federativo donde tienen claro que gastarán todo lo que sea necesario en favor de una seguridad casi perfecta para esta final de Copa del Rey.
Se exigirá el DNI a todos los aficionados
Otra de las grandes novedades de este dispositivo de seguridad que están planificando la Federación Española de Fútbol y los Cuerpos de Seguridad del Estado radica en la obligación de identificarse personalmente. A falta de una confirmación definitiva, la intención es que todos y cada uno de los aficionados que acudan ese día al Estadio Vicente Calderón deberán identificarse personalmente presentando el DNI o un documento similar.
Habitualmente los dos clubes finalistas suelen tener personalmente localizados a todos los socios que acuden a esta final gracias al reparto nominal y por sorteo que suele hacerse del cupo de entradas que reciben de la Federación Española de Fútbol. Distribución que ponen en conocimiento del propio estamento federativo.
El problema radica en la parte del aforo que corresponde a la propia Federación y las entradas que finalmente, sí que llegara el caso, se ponen a la venta en las taquillas del propio estadio. Estas carecen de identificación personal, de ahí la necesidad de tenerlas totalmente controladas. Todo esto ha llevado a plantear este control mediante la presentación del DNI. Un control que obligará a los aficionados a tener que presentarse en el Vicente Calderón entre dos o tres horas antes del comienzo del partido para poder pasar los arcos de seguridad junto a este chequeo de su Documento Nacional de Identidad.
Un protocolo parecido al previsto en la Eurocopa
Como ya expusimos con anterioridad, estamos ante un protocolo de seguridad histórico en España y que pretende asemejarse al previsto por UEFA y la policía francesa para la próxima Eurocopa. Precisamente hace unos días conocíamos algunos detalles al respecto. Está previsto colocarse dos perímetros de seguridad los días de partido en los alrededores de todos los estadios. Además, cerca de 900 Stewards (los miembros de seguridad privada de UEFA) velarán por lo que suceda en el interior del recinto. Estamos hablando de un 30% más de los utilizados habitualmente en los encuentros de Liga de Campeones.
La UEFA y el Ministerio Interior de Francia han firmado un protocolo de actuación conjunta a través de la unidad central especial de la Policía francesa. Dicho protocolo contempla la posibilidad, como ya se dio a conocer hace unas fechas, de disputarse partidos a puerta cerrada en aquellos casos donde exista unos indicios muy evidentes de posible atentado terrorista. Pero estamos siempre hablando de casos extremos y que responderán a una petición por parte de la propia unidad especial de la Policía del país galo.
Fuera de todo el dispositivo de seguridad, esta próxima final de Copa puede depararnos otra novedad relacionada con la disposición de los dos equipos. La propia competición establece que el equipo con más antigüedad tiene siempre la condición local, quedando la institución más “joven” como visitante. Esto implica que el club más longevo haga uso de los vestuarios del equipo local así como también del banquillo que habitualmente utiliza en todos sus compromisos.
El Barça podría sentarse en el banquillo visitante
Según esto, y dado que el Barcelona tiene más años de historia que el Sevilla, será quien ocupe el vestuario del Atlético de Madrid mientras que el equipo andaluz se ubicará en el que siempre utiliza cada vez que visita el Vicente Calderón. Pero igual no sucede lo mismo con el banquillo. La intención inicial de la FEF es ubicar a la afición azulgrana en el fondo sur del estadio mientras que los hinchas sevillistas estarían en el norte; situando además a los equipos en los banquillos más próximos a cada uno de estos fondos.
Resulta que el banquillo local en el estadio rojiblanco está próximo al fondo norte, lo que obligaría al equipo azulgrana a ubicarse en el banquillo visitante dejando al Sevilla el banquillo que ocupa habitualmente el “Cholo” Simeone. Precisamente, este martes está prevista la primera reunión entre los dos clubes finalistas y la RFEF donde, junto al reparto de entradas del que ya hemos hecho referencia, seguramente podrá definirse esta peculiar situación.
Esta “norma” ya propició una situación muy curiosa en la pasada final entre el Fútbol Club Barcelona y el Athletic de Bilbao disputada en el Estadio del Camp Nou. Ese día el equipo azulgrana tuvo que cederle el vestuario al club vasco dada la mayor antigüedad de este, teniendo que utilizar el equipo de Luis Enrique el vestuario que emplean todos los equipos que visitan el estadio azulgrana. Lo mismo sucedió con el banquillo.
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