Los hechos tuvieron lugar mediada la tarde del pasado 11 de septiembre cuando varios aficionados del UD Logroñés estaban sentados en la terraza de un bar próximo a la plaza de toros y un grupo de aficionados toledanos llegaron al lugar y comenzaron a arrojar mesas y otros objetos, ha señalado hoy una nota de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Los seguidores del Toledo ocasionaron graves daños al local y obligaron a la clientela del negocio a refugiarse dentro del establecimiento, cuyo dueño se vio forzado a cerrar el local y llegó, incluso, a enfrentarse con los autores a quienes recriminó su actitud y les pidió que no causaran más destrozos, según informa Efe.
La labor de los investigadores y del Coordinador de Seguridad de la Policía Nacional, responsable del control y seguimiento de los grupos radicales de los clubes de fútbol, supuso la identificación y posterior detención de los tres presuntos autores, integrantes de un grupo ultra de ideología contraria a la de los aficionados del club riojano que estaban congregados en el bar que, fruto del lanzamiento de numerosos objetos, sufrió daños valorados en 2.300 euros.
La misma fuente ha añadido que, al parecer, el desencadenante de los hechos pudo ser una venganza por una agresión ocurrida hace siete años, cuando el Toledo se enfrentó a un equipo de fútbol de Logroño, durante el que un familiar de dos de los ahora detenidos resultó lesionado.
En Toledo no se producían sucesos violentos como consecuencia de un partido de fútbol desde 2012 cuando se produjeron incidentes con aficionados del Talavera, cuatro años después, en 2008, que se produjeron incidentes con seguidores del Albacete Balompié.
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