Como todos los sábados por la mañana, los niños y niñas del fútbol base del Unión Club Ceares comenzaron a llegar a las instalaciones deportivas del campo de La Cruz ubicado en el barrio gijonés. Cual fue su sorpresa cuando se encontraron con un aspecto bien distinto del habitual: la mayoría de símbolos del club habían sido tapados con pintura blanca y pintadas con simbología neonazi durante la madrugada.
Desde el club ya avisan: “la situación va a ser denunciada a la policía para que investiguen y que tomen las medidas pertinentes”. Y es que aunque es la primera vez que aparecen pintadas de este tipo, ya se habían producido intentos anteriores de “asalto al campo”, de amenazas personales y hacia el club e, incluso, de agresión a uno de los directivos del club que terminó con el vicepresidente, Gerardo Rodríguez, en el hospital.
Este acto violento se produjo en noviembre del año 2012 cuando un grupo de entre 30 y 40 personas de ideología fascista se acercó hasta la entrada del campo de La Cruz “buscando” a los aficionados del Ceares ante lo que el vicepresidente se opuso recibiendo a cambio dos puñetazos en la cara y varias patadas antes de que la Policía Nacional se personara en el lugar de los hechos impidiendo que continuara la agresión. En esa ocasión varios de estos violentos entraron en el campo pero, al faltar aún hora y media para el comienzo del encuentro, no había todavía aficionados en sus gradas.
En esta ocasión, este grupo ha optado por actuar bajo el paraguas de la oscuridad y han decidido violentar los símbolos del Unión Club Ceares cuya afición es mayoritariamente de izquierdas. Entre los daños producidos, se dañó el característico mural que reza “Against Modern Football” sobre el que lanzaron varios cubos de pintura blanca y escribieron diversas consignas como “Puta Ceares”, “Ceares Mierda”, “Guarros No” acompañadas de simbología de ultraderecha como esvásticas nazis o cruces célticas. Después de ello, se adentraron en las instalaciones deportivas y lanzaron más pintura sobre las gradas además de hacer graffitis sobre los símbolos del club.
Desde el club recuerdan que este “no es un hecho aislado” pero agradecen “el apoyo masivo” que reciben cada vez que han sufrido una agresión de este tipo. “Esperamos que la presión social sobre estos nazis nos ayude a protegernos”, aseguran desde el club que ya está preparando un “llamamiento” a su masa social para restaurar los murales dañados y que el campo quede “mejor aún de lo que estaba”. Sobre los violentos, el club prefiere dejarlo en manos de la Policía Nacional.
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