El 8 de diciembre de 1998, Aitor Zabaleta, un joven donostiarra de 28 años acudió a Madrid en un viaje organizado por la peña de Izar de aficionados a la Real Sociedad. Lo que aspiraba a ser una tarde de diversión viendo un partido de fútbol se tornó en tragedia cuando, antes siquiera de comenzar el partido, Ricardo Guerra, un hooligan ultra del grupo Bastión asestó una puñalada mortal a Aitor tan solo por ser de otro equipo de fútbol.
Guerra fue condenado a 17 años de prisión en el año 2000. No así los otros ultras que, tal y como se ha venido denunciando durante estas dos décadas, participaron en la agresión.
Al agravio de la causa penal, se suma la deliberada provocación que muchos fines de semana continúa realizándose en las gradas del estadio del Atlético de Madrid, profiriendo insultos a Aitor y cánticos de apoyo a su asesino. A pesar de las protestas de la familia, nunca se ha tomado ninguna medida para tratar de impedirlo.
A pesar de la indecencia y absurda motivación del crimen, y de las alarmas despertadas en aquel momento por la proliferación de grupos ultras en las gradas de los estadios de fútbol, 20 años después continúa siendo noticia. A principios de este año, un joven de 22 años era apuñalado en las inmediaciones del Wanda Metropolitano. Mientras sigue la memoria reciente del asesinato de Francisco Javier Romero, “Jimmy”, en una pelea en las inmediaciones del Vicente Calderón. La misma zona en la que fue asesinado Aitor.
Hoy movimientos sociales, peñas de la Real Sociedad, organizaciones deportivas y partidos políticos participan en actos de memoria y recuerdo de Aitor Zabaleta, una víctima del fascismo y de la absurda violencia en las gradas de fútbol. Mañana, una manifestación recorrerá las calles de Donosti en su memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario