El sábado, casi 30 años después de la Caída del Muro, todo Berlín vibrará con el primer derbi de la ciudad en la historia de la Bundesliga. El Unión, de la parte Oriental, tradicionalmente sostenido por opositores al régimen comunista, recibe al Hertha, el gran club del Berlín Occidental, en el Stadion an der Alten Försterei (18:30 horas).
La rivalidad en la capital alemana no se parece en nada a la de Liverpool, Glasgow, Sevilla o Roma, con derbis especialmente tensos. "No tenemos nada contra el Hertha", estima Elmar Werder, hincha del Union desde 1979. "En su día, algunos de nuestros aficionados iban incluso a apoyar al Hertha, especialmente cuando jugaba en competiciones europeas", añade Andreas Cramer, otro seguidor del equipo dirigido por Urs Fischer.
En la memoria aún pervive el masivo desplazamiento de ambas aficiones hasta Praga para la vuelta de los cuartos de la Copa de la UEFA de 1979. Entonces el Hertha de Kuno Klötzer eliminó al Dukla (1-1 y 1-2) antes de caer frente al Estrella Roja en semifinales por el valor doble de los goles (1-0 y 2-1). Únicamente la caída del Muro, aquel inolvidable 9 de noviembre de 1989, avivó la confrontación sobre el césped.
CENA EN COMÚN
El 27 de enero de 1990, apenas dos meses después de la apertura de la ciudad, la ciudad se echaba a la calle para una gran fiesta. Se trataba del primer derbi en 28 años. Aquel día, con 51.270 espectadores en las gradas del Olympiastadion, el Unión se impuso 2-1 y los futbolistas de ambas plantillas cerraban el sábado con una cena de confraternización. Desde entonces, se dieron otros cuatro duelos, todos en la segunda división, en las temporadas 2010-2011 y 2012-2013.
Timo Dobbert, hincha del Hertha, considera que este duelo se presenta como una magnífica oportunidad para crear una cultura diferente: "Sería formidable que Berlín fuera la única ciudad de Europa en la que dos clubes de la primera división y sus aficionados son solidarios entre ellos".
El derbi se disputará en el pintoresco Alten Försterei, un estadio en cierta medida comunal, dado que su reinauguración en 2009 se completó tras más de 140.000 horas de trabajos voluntarios de los socios del Unión. Este modesto equipo es el único superviviente de la República Democrática (RDA) en la Bundesliga, mientras el Dinamo Dresde y el Aue navegan en la segunda división. La otra anomalía la representa el el RB Leipzig, impulsado por el dinero de la multinacional Red Bull
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