¿Es Roman Zozulya un nazi? Una imagen indica que sí, él dice que no... Pero la respuesta tiene varios matices.
El pasado domingo el Rayo Vallecano-Albacete se convirtió en el primer partido suspendido en la historia del fútbol español por "insultos". No fue el plátano que lanzaron a Dani Alves en Madrigal, ni los cánticos en apoyo a Rubén Castro acusado de violencia machista, ni tampoco el clásico Guti "maricón" que se coreaba en casi todos los campos de España. Fue el "Zozulya, eres un nazi", "puto nazi" o "fuera de Vallecas" que le gritaba parte de la afición franjirroja al delantero ucraniano. Una controversia que ha desbordado el terreno de lo deportivo para adentrarse en los pantanos de la geopolítica.
"La izquierda en España se ha comido toda la desinformación rusa. Venía recubierto como una guerra antifascista, pese a que probablemente haya más nazis en el bando prorruso. Aquí se convierte a todos los ucranianos en nazis y eso es un grave problema porque directa o indirectamente la izquierda española está estigmatizando a más de 80.000 ucranianos que viven aquí", advierte Nicolás de Pedro, investigador senior del 'Institute for Statecraft de Londres'.
Para entender los efectos colaterales del caso Zozulya, primero hay que repasar las acusaciones sobre su ideología nazi. Él lo ha negado en repetidas ocasiones, pero los aficionados del Rayo y media España no le creen. Por su parte, varios ucranianos consultados para este reportaje aseguran que en el caso de su compatriota se están exagerando sus posturas ultranacionalistas.
El 17 de noviembre de 2015, un amigo de Roman Zozulya publicó en Twitter dos imágenes del delantero en una cancha de baloncesto. En una de ellas, Zozulya señala sonriente un marcador en el que marca 14-88, una numerología neonazi que hace referencia a las "catorce palabras" pronunciadas por el escritor supremacista David Lane: "Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos". Por otro lado, el ''8" es el número usado entre los nazis para recordar a Adolf Hitler. Ante la polémica, el amigo borró este martes la imagen.
Esta es la única prueba publicada hasta la fecha del supuesto pasado nazi de Zozulya. Pero los ultras del Rayo Vallecano, conocidos como Bukaneros, han buceado en internet tratando de encontrar más para reafirmar su veredicto. Pero estas "pruebas" son en realidad varias imágenes que inducen a error. Y el resultado es que el caso Zozulya puede acabar influyendo en cómo los españoles percibimos el conflicto entre prorrusos y ucranianos en las regiones de Donetsk y Luhansk. Una guerra que ha acabado ya con más de 14.000 vidas, dos millones de desplazados y una catástrofe económica para el país. Repasemos las fotografías.
Las imágenes erróneas sobre Zozulya
Primera imagen: En 2016, Zozulya llega al aeropuerto de Sevilla tras su fichaje con el Betis con una camiseta "polémica" que, en palabras de diversos comentaristas, representa simbología nazi o de grupos ultraderechistas. En realidad es tan solo el escudo de su país. La confusión proviene de que un grupo de paramilitares ultraderechistas, conocido como el batallón de Azov, también utiliza el escudo de Ucrania en su bandera.
Segunda imagen: Zozulya sostiene un fusil con una camiseta en 2014. Aficionados del Rayo y prensa española señalan que el escudo en su camiseta pertenece al 'Pravvy Sektor', otro grupo paramilitar ultraderechista ucraniano. Pero tan solo es el escudo de su país junto con el emblema del 'Ejército Popular', el mismo nombre que tiene la fundación del futbolista. Otros, como el político Carlos Sánchez Mato, han señalado que Zozulya "empuñaba armas". Sin embargo, cualquier ucraniano te dirá que es motivo de orgullo en su país como símbolo de la resistencia ucraniana.
Tercera imagen: Zozulya aparece con varios militares. Los críticos dicen que son soldados y jefes de la milicia del batallón de Azov, "dependiente del Pravy Sektor". Sin embargo, según varios expertos consultados por El Confidencial, son militares regulares en el este de Ucrania.
Cuarta imagen: Zozulya sonríe junto a un compañero con una bandera detrás. Pertenece a las fuerzas aerotransportadas regulares del ejército ucraniano y no a ningún grupo radical como especulan en las redes. Al lado, hay una bandera roja y negra que los Bukaneros afirman que es del batallón de Azov, pero es la bandera de todos los nacionalistas ucranianos. Son similares, pero varía el escudo.
Quinta imagen: Roman Zozulya aparece con un parche de los White Boys, que suelen usar los ultras del Dnipro, el equipo en el que jugaba antes de venir a España. Como señala el periodista Fermín Torrano en Twitter, no es una imagen muy distinta a la de muchos futbolistas españoles que se dejan fotografiar apoyando a los ultras de su equipo.
Entonces, ¿es Zozulya realmente un nazi? La izquierda española y algunos medios se han apresurado a decir que sí. Pero expertos en Ucrania y periodistas que han estado en el terreno se muestran escépticos y creen que no se pueden aplicar marcos de pensamiento nacional a los conflictos internacionales. Incluso fotoperiodistas como Manuel Brabo, premio Pulitzer y poco sospechoso de simpatizar con grupos ultraderechistas, han reprochado la incoherencia de cierta izquierda española por no "informarse" antes de opinar.
"No se puede aislar el nacionalismo ucraniano del contexto actual en el que el país se ve en una guerra con un ejército de pantomima, con mandos corruptos, con materiales casi obsoletos y con soldados muy jóvenes o muy viejos", explica Brabo a El Confidencial. "La dependencia de estos batallones de voluntarios como Azov ha sido enorme. Para muchos ucranianos son precisamente estos batallones los que les han salvado el culo de lo que ellos consideran (yo no) una invasión rusa".
Los movimientos ultraderechistas en Ucrania, como el batallón de Azov -ya incorporado en las filas del ejército regular- pueden representar un problema para el futuro de Ucrania. Especialmente si se firma un acuerdo de paz con Rusia y ellos consideran que es una "capitulación". Sin embargo, los analistas recuerdan que esta ideología es una minoría. "En Ucrania tienen un problema con los excombatientes y el nacionalismo exacerbado, pero es minoritario. Pero hay que ponerlo todo en el contexto de la guerra, en el que esos grupos lograron una gran legitimidad porque fueron los primeros en morir defendiendo su país", añade De Pedro.
En el caso particular de Zozulya, algunos ucranianos creen que corresponde más a una campaña de desinformación rusa. Es el caso de Alina Mosendz, redactora de StopFake, una agencia independiente con sede en Kyiv para combatir la desinformación del Kremlin desde la invasión a Crimea en 2014: "Zozulya es conocido como futbolista de la selección y, en general, no se le considera un nazi aquí. Es posible que grupos ultraderechistas le hayan usado como reclamo, porque es un símbolo que ha donado dinero y ha apoyado al ejército regular en un momento en el que Ucrania podía desaparecer".
Modsenz incluso tiene explicaciones algo peregrinas para justificar la imagen de Zozulya con el 14-88 nazi: "A mí me han llamado nazi muchas veces o me han dicho que soy agente del Reino Unido", explica con una carcajada. "Los ucranianos solemos hacer chistes diciendo que somos nazis porque a todos nosotros nos han llamado nazis".
Por último, están las imágenes de Zozulya comparándose con Stepan Bandera (1909-1959). El polémico líder ucraniano fue para unos la "heroica figura" que luchó por la independencia de Ucrania ante la represión soviética y para otros un líder ultranacionalista que mató a miles de polacos y judíos, y colaboracionista nazi. Como ha aseverado el historiador Serhii Plokhy, la relación de los ucranianos con Bandera es complicada. Pero, entendida en un contexto histórico, no quiere decir que la mitad de Ucrania sea nazi.
"No se puede entender el apoyo a Bandera sin las masacres y los millones de muertos que Stalin provocó en Ucrania a fin de someter el país", recuerda Brabo, en referencia al Holomodor. Durante los años treinta, Stalin provocó hambrunas forzadas en las cuales llegaron a morir entre 1,5 y 4 millones de ucranianos: "Eso no justifica que la división Galizia fueran unos hijos de puta, pero puede dar a entender que si eras nacionalista ucraniano no te quedaban más opciones que esta, la prisión o la muerte", añade el fotoperiodista.
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